Siglo V d.C. Tras saquear e instalarse en la Galia y en Hispania, Genseric, rey de los vándalos, cede esta a los visigodos y mira hacia el sur: al norte de África. El rey vándalo llega en el momento propicio, pues Bonifacio, el gobernador romano de la diócesis de África (recordemos que diócesis eran cada una de las divisiones administrativas del imperio romano desde Diocleciano), mantiene una lucha contra las tropas del emperador Valentiniano III, contra el que se ha rebelado. El gobernador pide ayuda a los vándalos. Pero cuando Genseric y sus hombres llegan a suelo africano Bonifacio ya ha firmado la paz con el emperador y ya no requiere sus servicios. Pero los vándalos piensan cumplir con lo que se han propuesto: construir un reino en el Mediterráneo y nada se lo va a impedir...
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