Hoy ha saltado la noticia esperada desde hacía casi dos meses: ha muerto el papa Francisco. A los 89 años de edad, y con complicaciones derivadas de una neumonía, unido a sus problemas pulmonares desde joven, el pontífice nos ha dejado.
Parece que fue ayer cuando Jorge Mario Bergoglio era elegido papa en aquel marzo de 2013. La abdicación del papa Benedicto XVI en febrero de ese año sorprendía a todo el mundo. Era el primer caso de un papa dimitiendo desde Gregorio XII en el siglo XV, pero el primero de forma voluntaria desde Celestino IV en el siglo XIII. Las especulaciones sobre el siguiente papa llenaron los medios en las semanas siguientes. Todos los "expertos" decían que "no iba a haber un papa jesuita". Toma ya. El papa Francisco, al ser elegido, batió todos los récords:
1. Les dio en toda la cara a los "expertos": fue el primer papa jesuita.
2. Fue el primer papa no europeo desde Gregorio III (de origen sirio) en el siglo VIII.
3. Fue el primer papa de lengua hispana desde Alejandro VI (que era español) en el siglo XV.
4. Fue el primer papa argentino.
5. Fue el primer papa del hemisferio sur.
6. Fue el primer papa en adoptar un nombre nuevo desde Juan Pablo I en 1978.
7. Si tenemos en cuenta que los dos nombres de Juan Pablo I no eran inéditos, sino homenajes a sus predecesores (Juan XXIII y Pablo VI), la elección de un nombre inédito no se había hecho desde el papa Landón en el siglo X.
8. Fue el primer papa que no usó la estola en su primera aparición el día de su elección.
9. Fue el primer papa que no vivió en el palacio apostólico, sino en un apartamento dentro del recinto vaticano.
10. Fue el primer papa que se negó a que le besaran la mano.
Sin duda, el papa Francisco no dejó a nadie indiferente. En Argentina tenía ya fama de activista en los barrios pobres, de su cercanía con el público. Su actividad durante la dictadura argentina y sus críticas a los gobiernos kichneristas aumentaron su popularidad.
Como pontífice, las críticas le llovieron desde todas las facciones y tendencias. Los conservadores le criticaban por ser demasiado aperturista y algunas de sus declaraciones tachadas de relativistas. Para los aperturistas, el papa Francisco "se quedó por el camino" o se apoyó demasiado en las palabras, pero no en los hechos. Estas críticas se basaban en que, a pesar de no mostrar oposición, el papa no eliminó el celibato sacerdotal ni permitió que las mujeres pudieran acceder al sacerdocio. Si bien se apartó de grupos como el Opus Dei y condenó los casos de pederastia, tampoco mostró una voluntad de acabar drásticamente con ellos.
Por otro lado, el papa Francisco continuó con la labor ecuménica de sus predecesores, con sus viajes apostólicos. Aunque siempre será un misterio por qué jamás viajó como pontífice ni a Argentina ni a España. En ese aspecto, el papa Francisco ha seguido la tendencia ya iniciada por Juan Pablo II: la reevangelización del mundo. Como el papa polaco, Francisco estaba convencido de que la Iglesia podía tener un papel importante en el mundo contemporáneo, aunque no pudiera volver a la influencia de los siglos anteriores al Concilio Vaticano II. El acercamiento a otras religiones, tendencia también seguida por Juan Pablo II y Benedicto XVI, ha sido también clave en el pontificado de Francisco.
Hasta la muerte de Benedicto XVI en 2022, también fue algo inédito la existencia de dos papas vivos. Benedicto XVI aconsejó al papa Francisco en las visitas de este a su retiro.
Su enorme afición por el fútbol (era hincha incondicional y socio del San Lorenzo de Buenos Aires) también lo convierte en inédito. Solamente el papa Juan Pablo II había demostrado su afición por el esquí.
Una de las mayores preocupaciones del papa fueron los pobres. Ya en Argentina, como obispo, había atendido a los barrios marginales. Francisco siempre manifestó su deseo de tener "una Iglesia pobre" y su huida del boato y las ceremonias. Es famosa también su costumbre de visitar a los presos cada jueves santo.
El papa Francisco demostró también preocupación por el medio ambiente. Su modelo en este aspecto fue San Francisco de Asís, a quien el papa admiraba y de quien tomó su nombre. Su encíclica Laudato Si, sobre el medio ambiente, resultó revolucionaria.
El pontificado de Francisco ha vivido cambios y acontecimientos muy marcados en los doce años que ha durado. Ha vivido atentados terroristas, tres mundiales de fútbol, el Brexit, el Covid, la guerra de Ucrania y la de Gaza. Además, el papa Francisco trató con multitud de líderes internacionales. Sus últimas audiencias fueron con los reyes de Gran Bretaña y con el vicepresidente de EEUU, J.D. Vance. Fue decisiva su "reconciliación" con el presidente de Argentina, Javier Milei.
El don de gentes del papa Francisco, su fino sentido del humor, su cercanía, han sido, sin duda, sus señas de identidad. Ahora, tras su muerte, se inicia el período de sede vacante hasta la celebración del nuevo cónclave. Ahora, en el pequeño estado del Vaticano y en el mundo, surge una cuestión: ¿quién calzará las sandalias del pescador?
No hay comentarios:
Publicar un comentario