¿Qué se puede decir de una semana intensa que termina? ¡Cuántas emociones juntas en solo siete días! La emoción de que nuestros chavales del IESO Aries XXI de Valdeluz nos invitaran a la graduación de 4º ESO (nuestro 3º del curso pasado). Pero el dictador contraatacaba de nuevo impidiéndonos que fuésemos. Una vez más, el mal demuestra que no puede ser más que eso: mal. Pero ahí estaba Victoria, nuestra profe de E.F., con la solución: grabarnos en un vídeo para colgarlo en la graduación. Una sorpresa total para todos, pues no informamos ni a padres ni a alumnos.
La reacción fue enorme. Así me lo comunicaron padres y profesores. Ovaciones, aplausos e incluso lágrimas ¡Lo que habríamos dado por ver la cara del dictador, que por supuesto sería la de ira total!
Es decir, una vez más, en el momento más oscuro, llegó la luz. La luz que no se apaga en Hawkins. El "algo". Las cosas que son importantes no se expresan con palabras. Y la ovación que nuestro vídeo generó lo demuestra. Sí, el "algo" ha actuado de nuevo. Porque hay algo extraordinario en todo esto. Sí, estos son los pequeños milagros. Ya lo tuve en Segovia, con la Operación Emaús. Y ahora, volvía a tenerlo.
Aitana, Nerea, César, Gisela, Safu, Hugo, Lucas, Iván, Jimena, Sara, Fátima, Breno, Adrián, Alejandro, Lucía, Andrea, Adriana, Sergio, Elías, Cristian, Nadia, Alexia, Rubén, Alejandra, Elena, Roberta, Víctor... No pude nombraros a todos en el vídeo, pues solo tenía 10 segundos para hablar, pero os tuve en mente a todos, os lo aseguro. Y vosotros sabéis que es así. Por todo lo que me habéis dado, por todo lo que conseguimos juntos ¡Ganamos de nuevo!
Sabéis todo cuanto pasamos. Y sabéis que para mí la experiencia en Valdeluz es para siempre una de las que más han marcado y marcarán mi vida.
Una gran nostalgia mi invade. No solo por la victoria conseguida esta semana, que se suma a la del 10 de octubre de 2023 y a la del 1 de marzo de 2024. Recuerdo también la intensa semana del 1 de junio del año pasado (no me acostumbro... ¡Para mí fue completamente ayer!). Con el viaje a Valencia, la música de Cristina D'Avena (Meravigliosa Libertá) de fondo y tanto buen rollo.
¡Cuántas sensaciones sentí al estar ante la casa de Machado en Rocafort! ¡Cuánta paz me dejaste, Valencia! Y como colofón, la 15ª Copa de Europa del Real Madrid.
Una lástima que la semana siguiente me trajera un drama (aunque esperado) y la batalla de la inspectora. Batalla que gané de nuevo, junto a vosotros, pues allí estabais de nuevo ¡Gracias!
En esta semana tan intensa que se equipara a aquella de 2024. Sí, pues el amor me ha llevado esta vez a Austria. Y, aunque el dinero y la obsesión por éste (la mía no) tenga que triunfar siempre, mientras pasa ¡Oh, qué maravilloso es! Y surge una fuerza que, de nuevo, se une a lo espiritual. Y lo hace para ver, de algún modo, a Clara ante Francisco. Cuando esta le dice: "Dios te guíe, Francisco. Y ruega por mí".
Sí. Seguro que ha sido un plan del "algo". Y en el asunto austriaco quizá solamente me ha permitido el milagro durante solo dos semanas. No lo sé. Pero si de nuevo se ha producido, si de nuevo he obtenido otra victoria contra el dictador y Valdeluz ha mostrado otra vez precisamente eso, su luz en medio de las tinieblas, es que hay un significado más profundo en todo esto. Y eso es bueno.
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