Este pueblo del oeste está muy animado, pues ha llegado una compañía de bailarinas: las de Lily Travers.
La compañía ha sido aplaudida ya en muchos pueblos del oeste. Resulta una gran atracción para el saloon.
Este pueblo del oeste está muy animado, pues ha llegado una compañía de bailarinas: las de Lily Travers.
La compañía ha sido aplaudida ya en muchos pueblos del oeste. Resulta una gran atracción para el saloon.
El profesor Hohensbach y sus compañeros han descubierto la tumba de un antiguo faraón. Se quedan admirados al contemplar las piezas del ajuar funerario.
Bosque de Sherwood. Much, el hijo del molinero, ha avistado un ciervo. Sigilosamente, dispara su flecha.
Los Polo han llegado ya a las estepas del oeste de China. Cuando llevan unos días recorriéndolas, descubren que una horda de jinetes mongoles cabalga hacia ellos.
Marco Polo, su padre y su tío se adentran en las montañas del Pamir: la puerta de China. Los camellos no pueden resistir las frías temperaturas de Asia central. Por eso, compran caballos de esta zona.
Marco, su padre y su tío, ya con las credenciales del papa en su poder y los dos frailes predicadores, recorren el largo desierto de Persia. Un largo camino que les lleva, a través de la ruta de la seda, hacia la misteriosa Tartaria. Solo cinco europeos han llegado a ella: los dos monjes bizantinos de Justiniano, en el siglo VI, que se hicieron con los gusanos de seda; el franciscano belga Willem van Ruysbroeck, enviado por Luis IX de Francia, y los franciscanos Giovanni da Pian del Carpine y Benedicto de Polonia. Estos dos últimos fueron comisionados por el papa Inocencio IV, treinta años antes que los Polo, para ir a la corte de Guyuk Kan. Y lo consiguieron. Pero la ruta de la seda está llena de peligros.
Atenas, principios del siglo IV a.C. Platón, discípulo de Sócrates, ha fundado una escuela filosófica en Atenas, en los jardines de Academo. De ellos toma su nombre: la Academia.