miércoles, 30 de abril de 2025

El año de los cuatro empedradores

 Año 68 d.C. La locura de Nerón causa estragos. La situación es insostenible. Las tropas romanas eligen a Servio Sulpicio Galba como nuevo emperador.


    Mientras tanto, la guardia pretoriana, ya sin el fiel Tigelino, acepta a Galba como emperador y marcha contra Nerón. Al saber que se encuentra solo y que no hay escapatoria, Nerón le pide al liberto Epafrodito que le ayude a clavarse un puñal. Con este, muere. Antes de morir, el demente césar grita: "¡Qué gran artista muere conmigo!".


    Así, cae el último emperador de la dinastía Julio-Claudia, la que fundó César. 
    Año 69 d.C. Galba no ha conseguido la estabilidad que Roma esperaba. Pronto, el senado y el ejército van retirándole su apoyo. La mirada está puesta en Marco Salvio Otón. Este había apoyado la rebelión de Galba con la esperanza de que este lo designara como sucesor. Ahora, Otón acepta el nombramiento de los oficiales del ejército.


    Galba ha perdido ya sus apoyos. El pueblo de Roma le da la espalda. Los soldados de Otón lo acorralan en el foro y acaban con su vida.


    Pero Otón se encuentra con rivales. Algunos gobernadores no ven con buenos ojos su rápido ascenso. Entre ellos, el gobernador de la Germania Inferior: Aulo Vitelio. Este se proclama emperador y se enfrenta a las tropas de Otón. La lucha se produce en Bedriacum (actual Calvatone, cerca de la actual Cremona). 



Las tropas de Vitelio ganan la batalla y jalean a este como nuevo emperador. Las tropas de Otón lo reconocen también como nuevo césar.


Otón se entera de la amarga noticia. Ante la mirada de su prefecto del pretorio, Plocio Firmo, se suicida.



    Pero tampoco Vitelio logra ganarse la popularidad. Otros gobernadores tienen más apoyos. El senado le retira su apoyo y elige como emperador a Vespasiano, que se encuentra en Egipto, para aplastar desde allí la rebelión de los judíos.


    Vespasiano acepta, pues un augur le ha dicho que los futuros emperadores descenderían de él. Eso augura el fin de estas guerras civiles.
    Los soldados leales a Vespasiano, con el apoyo de la plebe, linchan públicamente a Vitelio y lo arrastran hasta el Tíber. Vespasiano, ya aclamado en Roma, pone fin a la inestabilidad del año 69: el de los cuatro emperadores.









Comienza el cónclave

  Tras la muerte del papa Francisco, la Iglesia católica inicia su período de sede vacante. 


    El gobierno en funciones es ejercido por el camarlengo: el irlandés Kevin Farrell. El pasado lunes día 28 de abril se anunció que el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco comenzará el miércoles día 7 de mayo. Durante estos días, los cardenales participantes han tenido varias reuniones. Es el cónclave con más participantes de la historia y, por ello, algunos cardenales no se conocen entre sí. Todos han de estar informado de quiénes integran el colegio cardenalicio a la hora de elegir al sucesor para la silla de San Pedro.


    Los cardenales han sido interrogados estos días por los periodistas desde el funeral del papa. Debe ser muy frustrante para ellos no poder lograr una noticia tan buscada como esta. Más aún teniendo que adaptarse a un costumbre medieval, tan lejana de su maravilloso mundo posmoderno, urbanita y dependiente de la electricidad ¡Cuánto deben de sufrir al saber que tendrán que enterarse al mismo tiempo que el resto de los mortales de qué nombre pronunciará el cardenal protodiácono (el cardenal Dominique Mamberti) cuando salga al balcón de la basílica de San Pedro!


    Tan obsesionados están que creen que la Iglesia se guía por los mismos parámetros que la política: "¿De qué tendencia cree que será el nuevo papa? ¿Conservador o progresista?". Lo que es cierto es que nunca sale elegido ningún cardenal que esté en las quinielas de periodistas y supuestos "expertos" que llenan los platós de televisión. Ni el papa Francisco estaba en ninguna quiniela en aquel marzo de 2013. Cada cual tiene el cardenal que querría que eligieran, pero resulta completamente imposible adivinar quién será. Lo siento, periodistas. Lo que es seguro es que estamos ante un momento histórico.
    Los micrófonos se han avivado también estos días por la polémica del cardenal Angelo Becciu, apartado por el papa Francisco por corrupción. Estaba excluido de votar en el cónclave, pero estos días pasados amenazó con incumplir la voluntad del papa. Finalmente, Becciu ha accedido a no participar. 


        Bajo la bóveda pintada por Miguel Ángel, los cardenales deberán elegir al sucesor de Francisco. A partir del día 7, se celebrarán dos reuniones por la mañana y dos por la tarde. En ellas, a puerta cerrada (estrictamente cerrada), los cardenales votarán.





     El candidato ganador deberá tener 2/3 del total de los votos. Si no lo consigue, la votación se considera insuficiente y los votos se queman. El humo de estos será negro. Esto indicará a los fieles que el pontífice todavía no ha sido elegido.




     El cónclave más largo de la historia tuvo lugar en el siglo XIII, entre 1268 y 1271. Tuvo lugar en Viterbo, ciudad donde había fallecido el papa Clemente IV. La indecisión de los cardenales provocó el descontento de las autoridades de la ciudad, que aislaron a estos con llave ("con clave", de ahí el nombre) y redujeron su comida hasta que no eligieran al nuevo papa. Al final, el elegido fue Teobaldo Visconti, que se encontraba en Tierra Santa. El nuevo papa tomó el nombre de Gregorio X y reformó el sistema de elección papal para que no volviera a producirse un cónclave como el de Viterbo.


    Una vez elegido al candidato con 2/3, se queman los votos y esta vez se produce la fumata blanca: el papa ya ha sido elegido. Tras elegir su nuevo nombre y recibir la pleitesía de los cardenales, el nuevo pontífice espera mientras el cardenal protodiácono anuncia su elección en el balcón. Lo hace mediante la fórmula: 

Anunnuntio vobis gaudium magnum.
Habemus papam.

 "Os anuncio un gran júbilo: tenemos papa". 



    Dentro de unos días, volveremos a ver esa escena histórica. Pero, por ahora, con pocos días para que comience el cónclave, tan solo hay una única cuestión: ¿Quién calzará las sandalias del pescador?








martes, 29 de abril de 2025

¿Qué te ha pasado, Real Madrid?

 ¿Qué te ha pasado, Real Madrid? Tú, el club que nos ha hecho vibrar tantas veces, en tus largos años de historia. El otoño de tu temporada 2024/2025 no auguraba nada bueno. Pero seguimos a tu lado.


    Llegó febrero y tuviste la oportunidad de los playoffs. Oportunidad que aprovechaste, no hay duda. La luz llegó de nuevo con el pase a cuartos ante el Atleti en los penaltis. Y cuando creíamos que todo estaba ya ganado para el partido ante el Arsenal en cuartos, llegó la derrota. Derrota que no pudiste remontar en el miércoles santo. 


    Como Faetón, has caído de tu carro solar. Ganaste en las semifinales de la Copa del Rey ante la Real Sociedad, pero no fuiste capaz de ganar en la final a tu eterno rival: el Barcelona. Justo la noche del día del funeral del papa Francisco.


    Cierto es que la primera parte no dominaste. Pero la segunda fue toda tuya, reconocido hasta por muchos culés. Pero he aquí que, ante Su Majestad el rey, finalizó tu última oportunidad para lograr ganar alguno de los campeonatos de esta temporada. Y para emular tu victoria ante el Barça en la final de la Copa del Rey de 2011.
    Con esta mala temporada esperemos que cierres un ciclo. Un ciclo que esperemos solo haya durado 2024/2025.  Si para ello ha de pasar la cosa por el fichaje de Xabi Alonso como entrenador, que así sea.


    Madrid, que puedas volver a darnos las alegrías del año pasado, las emociones de 2016, 2017, 2018 y 2022. Que sea de nuevo tu divisa tu himno, para que podamos cantar de nuevo: "Porque nadie resiste tus ganas de vencer".


HALA MADRID


STOP Leyenda Negra (XIV)

   Antes de ayer, la actriz mexicano-americana Eva Longoria recogió el premio Platino 2025 de manos de otra hispana: la también actriz Sofía Vergara. Claramente emocionada por el galardón, Eva Longoria agradecía este y reivindicaba con orgullo sus orígenes españoles, más concretamente, de Asturias.



    La actriz habló de la presencia hispana (incidiendo bien en este término y no en el falso y extendido de "latinos") en EEUU y de los lazos con España. De cómo todos los hispanos (sí, este término nos une) deberíamos estar unidos, estrechar lazos. Por todo ese gran pasado que nos une. Pasado que no debería quedarse en algo anecdótico de la Expo de Sevilla 1992
    Además de España, Eva Longoria nombró México. Pero, como sabemos, el país azteca (otro término que habría que revisar) no pasa por su mejor momento en su relación con España, a quien señala como el malvado país opresor que lo conquistó hace 500 años (cosa que, como ya vimos, no achaca a EEUU, país que le robó la mitad de su territorio). De eso se han encargado bien López Obrador y Sheinbaum (con sus rituales extraños y confesionales). Y, por cierto, la presidenta mexicana no estaba entre los asistentes al funeral del papa Francisco el pasado sábado. Teniendo en cuenta lo mucho que esos líderes decían que amaban al pontífice, y que México es el segundo país del mundo en número de católicos (el primero es Brasil), la ausencia de Sheinbaum resulta inexplicable (como la de Sánchez, por otra parte...).


    ¿Y a quién le debe la Iglesia ese gran número de católicos en México? Pues no precisamente a Quetzalcoatl ni a Guatemoc, a quienes reivindica el gobierno mexicano, sino a los conquistadores españoles. Si México, Brasil y otros países iberoamericanos superan hoy en número de fieles a Europa, si la Iglesia presume de ser la primera religión del mundo y su presencia al otro lado del Atlántico, fue por la acción de hombres y mujeres (recordemos a María de Estrada o a Inés Suárez), laicos y religiosos españoles. Sí, los malvados españoles dimos a América a clérigos como Antonio de Montesinos y Bartolomé de las Casas, precursores de los derechos humanos.




    Dimos a Sor Juana Inés de la Cruz, la genio del siglo de Oro en América.



    Dimos a San Junípero Serra (canonizado por el papa Francisco), evangelizador de la Alta California, territorio que abrió para al exploración. El franciscano mallorquín que llevó el vino y la herrería al Oeste español, que fundó San Diego y otras ciudades, que defendió a los indios y luchó contra las autoridades para que tuvieran tierras propias.


    Misma defensa que en aquella misma época (mediados del siglo XVIII) ejercieron los jesuitas (hermanos de la orden del papa Francisco) en los territorios guaraníes de las actuales Brasil y Paraguay. Hazaña que rememora la película de La misión.



    ¿Por qué el papa Francisco nunca visitó España sabiendo lo que la Iglesia católica le debe por haber introducido el cristianismo en América? Nunca lo sabremos.










domingo, 27 de abril de 2025

El niño que no pudo reinar

   España, finales del siglo XVII. Carlos II no tiene herederos y su mala salud le indica que lo más seguro es que muera sin engendrarlos. Por la línea de sucesión, la corona debería ser para su hermanastra, la infanta María Teresa, esposa del rey Luis XIV de Francia. Pero muchos españoles y otros europeos no ven con buenos ojos que el mayor imperio de la Tierra vaya a parar a manos del poderoso rey Sol. Y más concretamente del delfín Luis, que uniría así España y Francia en un solo reino. La infanta Margarita, la que pintó Velázquez en Las Meninas, es la opción no vinculada a Francia. Pero ha muerto. La esperanza reside en un niño, nieto de la infanta: José Fernando de Baviera.



    Esta opción permitiría a España no caer bajo la órbita de Francia ni de la de Austria. Así, Carlos II firma un testamento en el que designa como heredero al pequeño príncipe bávaro. Como hijo del elector Maximiliano II de Baviera, José Fernando es también heredero de este territorio germánico. Los españoles saben de la debilidad de Carlos II y la mirada a ese niño parce calmar la incógnita de la sucesión.


    Pero el rey Sol no quiere quedarse sin una "compensación". Así, firma en La Haya un tratado con ingleses y holandeses en el que el delfín de Francia retiraba su candidatura al trono español (lo siento, no voy a decir "Monarquía Hispánica" cuando todo el mundo decía "España", por mucho que fueran reinos con sus leyes propias, etc.) a cambio de Nápoles, Sicilia, los presidios de Toscana y Finale, y Guipúzcoa. Acuerdan que José Fernando reciba España (sin Guipúzcoa), las Indias y los Países Bajos Españoles (actuales Bélgica y Luxemburgo).
    Pero, a su vez, Leopoldo I del Sacro Imperio, esposo de la infanta Margarita y abuelo de José Fernando, tampoco quiere quedarse sin hacer valer sus derechos como nieto de Felipe III de España.


    En 1699, se acababa la esperanza de la sucesión española. José Fernando moría con solo nueve años de edad. Carlos II, por fuerza mayor, legaba sus posesiones en un nuevo testamento para el segundo hijo del delfín: Felipe, duque de Anjou.


    La condición era que Felipe renunciara a sus derechos al trono francés, para no unir los dos reinos. Pero las potencias europeas temen que esto no se cumpla. Tras la muerte de Carlos II en 1700, la facción austriaca hace valer sus derechos reconociendo como verdadero rey de España al archiduque Carlos, hijo de Leopoldo I, de su segundo matrimonio. Las potencias, lideradas por Inglaterra, apoyan a este pretendiente y estalla la Guerra de Sucesión Española.



    La guerra terminó en 1713 con la victoria hispano-francesa. Felipe fue proclamado rey de España con el nombre de Felipe V, el primero de la casa de Borbón. Carlos se conformó con el trono imperial con el nombre de Carlos VI, al morir su padre.
    Siempre queda la incógnita de cómo habría cambiado la historia de España de haber reinado el niño bávaro. La casa de Wittelsbach, a la que pertenecía Sissí, habría sido la dinastía reinante en lugar de los Borbones ¿Con qué nombre habría reinado José Fernando? ¿José I? ¿Fernando VI? ¿José Fernando I? Quedará para la posteridad como el niño que no pudo reinar en España.







sábado, 26 de abril de 2025

Funeral del papa Francisco

  Hoy el mundo ha despedido al papa Francisco tras doce años de pontificado. Ha sido un gran evento, cumpliendo solo en parte con la voluntad del pontífice de que fuera un funeral austero.


    Ese cumplimiento se ha basado en no ser enterrado en el triple ataúd habitual de los papas, sino en uno sencillo de madera. Además, es el primer papa desde León XIII en 1903 (que fue enterrado en San Juan de Letrán) que no ha sido enterrado en el Vaticano, sino en Santa María la Mayor.
    Esta jornada histórica, no solo por el entierro de un papa tan mediático, sino por la carga religiosa y patrimonial que tiene, ha dejado imágenes esenciales, por la presencia de tantos mandatarios internacionales. Una de ellas, la de los presidentes Trump y Zelenski reunidos durante quince minutos en un lado de la basílica para retomar las negociaciones sobre la guerra de Ucrania, iniciadas en febrero.


    El presidente americano es uno de los líderes que más expectativas ha generado en este acontecimiento, especialmente por la gran seguridad que supone. Su saludo con nuestro rey Felipe ha sido uno de los momentos más buscados por los periodistas.


    Periodistas que se han pasado todos estos días hablando de cómo iba a ser el funeral, cómo era el protocolo vaticano y dónde iban a ir colocados los invitados. Pues todo mentira. Eso de que los reyes de Europa iban a estar en primera fila, dando predominancia a los monarcas católicos, no se ha cumplido. Los mandatarios han sido colocados por orden alfabético francés. Por eso, los jefes de estado de España, Estonia y Estados Unidos han estado situados en la misma fila.
    ¡Pobres periodistas! Le tienen mucho miedo a los cónclaves porque son los únicos eventos a los que no pueden adelantarse: todos nos enteramos del resultado a la vez. No pueden meter una cámara en la capilla Sixtina e informar de la primicia que sería el conocer antes que el mundo quién es el sucesor de San Pedro. Y por una vez (cada X años) que vemos que los periodistas no saben algo, hay que disfrutarlo.
    Sergio Mattarela, presidente de la república italiana, como representante del país anfitrión (aunque el Vaticano es un estado soberano cuyos límites están dentro de otro estado, como le pasa a San Marino).



    Milei, el presidente de Argentina, no ha faltado al evento como jefe de estado de la patria del papa Francisco.


    Ni por supuesto la primera ministra italiana Giorgia Meloni, con quien Milei ha almorzado tras el funeral.



    No deja de ser curioso si pensamos en los 500 años que han pasado desde la Reforma protestante que esta reunión de jefes de estado y mandatarios de tantos países y credos distintos sería imposible en el siglo XVI ni en las centurias sucesivas a este. La iniciativa ecuménica que comenzó Juan XXIII, artífice del Concilio Vaticano II y canonizado por el papa Francisco, dio sus frutos.
    La ceremonia del funeral ha sido toda una puesta en escena grandiosa, por mucha austeridad que Francisco pidiera. Grandiosa no por el oropel, sino por la gran asistencia de líderes, cardenales, obispos y demás religiosos, así como un montón de fieles y turistas, coincidiendo con el Jubileo de los Adolescentes. Admiro demasiado al papa Francisco como para pararme a pensar si entre sus filas estaba el Opus y ... otra gente. 



    El cardenal Re, decano del colegio cardenalicio, ha leído la homilía en la que ha alabado la labor del papa Francisco, su dedicación a los pobres y su misión. Los asistentes y los que hemos seguido el funeral desde la tele, hemos podido ver la variedad dentro de la Iglesia católica, en cuanto a los representantes del rito católico oriental. Especialmente hermoso ha sido el cántico bizantino que han entonado.


 Tras la ceremonia, de forma bastante similar a lo acontecido en el funeral de Isabel II de Inglaterra, el féretro del papa ha sido conducido en un papamóvil por las calles de Roma hasta Santa María la Mayor. A su paso, el ataúd era saludado y aplaudido por multitudes agolpadas en las calles.



    Escoltados por la guardia suiza, los sediarios han tomado en andas el ataúd al llegar a Santa María la Mayor. La importancia de esta basílica del siglo IV (y remodelada en los siglos posteriores) es enorme. Se trata del primer templo dedicado al culto mariano. En ella se custodia una valiosa reliquia: el pesebre del Niño Jesús. Y también se venera en ella el icono de la Virgen de las Nieves o Salus Populi Romani (Protectora del Pueblo Romano). 



    Llegada a Roma en tiempos de Gregorio I (siglo VI), esta imagen de la Virgen María, a la que la tradición señala como pintada sobre un trozo de la mesa de la Última Cena, fue venerada tras haber salvado milagrosamente a la ciudad eterna de una terrible peste. El papa Francisco tenía gran devoción por este icono y mandó sacarlo de nuevo en 2020 durante la pandemia. La denominación "de las Nieves" proviene de la leyenda fundacional de la basílica. El papa Liberio ordenó su construcción por la piadosa iniciativa de un matrimonio patricio. En sueños, la Virgen les dijo que les señalaría el lugar donde construir el templo. Murillo pintó esta historia en un famoso cuadro que se conserva en el Prado.


  Milagrosamente, comenzó a nevar el 5 de agosto sobre el monte Esquilino. Allí, el papa Liberio mandó poner la primera piedra para la basílica. En conmemoración del milagro, cada 5 de agosto se arrojan pétalos de rosas blancas en Santa María la Mayor.
    Los sediarios han portado el féretro de Francisco hasta el lugar dispuesto para su enterramiento. Momento que las cámaras no han podido captar por protocolo y que solo han tenido la asistencia de unos pocos, entre ellos, la familia del papa.

 

    Así, Roma y el mundo han despedido al papa Francisco. Un papa cuyo legado será difícil de olvidar, y sin duda ha pasado ya a la historia.


    Ahora, en el pequeño estado del Vaticano, solo hay una única cuestión: ¿Quién calzará las sandalias del pescador?











martes, 22 de abril de 2025

Mujeres vikingas

  Las mujeres vikingas están muy atareadas. Se ocupan de la casa, de los niños. Cocinan, hacen artesanía, etc.







En la mesa, la mujer sirve el hidromiel.


    No por ello son sumisas las vikingas, pues también hay mujeres guerreras, tal como ha demostrado la arqueología.