A la espera de resolver ciertas complicaciones técnicas, dejamos en stand by lo relativo a París como comenté con Playmoblogger para dedicar mientras tanto esta entrada al remake de La Bella y la Bestia de Disney.
He visto recientemente el remake, aunque no sé si llamarlo así, ya que como La Cenicienta o El libro de la selva es solamente la revisión del clásico de Disney pero con actores de carne y hueso, como dicen los "entendidos" que hay que decir. O live action como dicen los americanos. O personas de verdad como he dicho yo toda la vida, para qué complicarnos...
¿Qué puedo decir? Para aquellos niños que no hayan visto la original de 1991, con la que una generación entera disfrutamos y crecimos, pues genial: es el cine que están acostumbrados a ver, es decir, todo muy espectacular, ordenador, show a mogollón... Para los que solamente quieran ver un musical, pues también.
A ver, la película está bien, pero eso, para alguien que no haya visto el clásico de dibujos animados. Porque el clásico es insuperable ¿Era necesario un remake? No, no lo era en absoluto, pero Disney ha entrado en una era que desde Maléfica ha visto que puede explotar y mucho. Pero como me encanta la original fui al cine a ver con qué me encontraba. Y bueno, llegó el momento de romper lanzas...
De esta nueva versión me quedo con el castillo y la aldea. Ambas recreaciones son geniales y no desmerecen del estilo original ¿El resto? Pues vayamos quitando y poniendo.
Al principio dudaba de la elección de Emma Watson, la inolvidable empollona muggle Hermione Granger de la saga de Harry Potter, pero he comprobado que hay vida y talento más allá de la saga del joven mago. La actriz británica cumple bastante bien con el papel de protagonista (Bella), pues logra lo que los creadores de la original pretendían: la primera princesa Disney que no solo era guapa, sino también lista y culta.
El no descubrir a muchos actores hasta el final cuando se rompe el hechizo (no, no es spoiler, todos sabemos cómo termina...) hace que no podamos valorar bien su actuación de apenas cinco minutos, entre ellos Ewan McGregor, Ian McKellen y Emma Thompson, aunque la voz de doblaje de ésta es inconfundible como Señora Pots.
Pero a este tipo de películas les pasa como a las adaptaciones de Astérix y demás: adaptar un comic o un dibujo animado a imagen real (lo dejaremos así para no ofender ni a los de live action ni a los de de carne y hueso) siempre resulta difícil y se corre el riesgo de que quede un poco falso. Naturalmente esto no pasa con los escenarios (de ahí lo que he dicho del castillo y la aldea). Así que eso pasa con el resto de la película: un aire bastante falso, personajes ridículos (lo del pianista y la cantante es una definición de ridiculez ya de por sí), etc.
Exploremos las posibilidades del 3D, de cuantas nuevas técnicas de animación que vengan, pero ¿no es mejor explorarlas en una historia original, nueva? ¿O es que queda ya muy poca imaginación en los estudios Disney? No, Pixar es la prueba y ellos no necesitan hacer remakes ¿Así qué...?
La Bella y la Bestia, la buena, la original, la de 1991, no es solo una de las películas esenciales de mi generación. Es también una parte esencial en mi infancia. Podría escribir varias entradas sobre ella porque nunca antes una película de Disney había ofrecido tanto.
La Bella y la Bestia fue la primera película de Disney nominada a un Óscar a la mejor película; la primera que la gente iba a verla sin llevar a sus hijos, como simple actividad más para el fin de semana.
Nos dejó unos personajes geniales, insuperables, que llegaron a mejorar incluyo la historia original del siglo XVIII en la que se basó (se trata en realidad de un cuento casi universal, pero fue en ese siglo cuando se rediseñó para crear su versión más famosa). Nos dejó a Maurice, Lumière, Din-Don, la Señora Pots, Chip, Gastón...
La Bella y la Bestia es aventura, humor, romance. Pero romance del romanticismo, con una estética que habría entusiasmado a aquellos autores de principios del siglo XIX (la rosa que marca el tiempo como un reloj de arena) Porque La Bella y la Bestia tiene partes de terror, auténtico misterio (esa ala oeste a la que nunca se puede ir). Esa introducción con las vidrieras, acompañada de esa música intrigante, insuperable también.
Romanticismo, sí, lleno de emociones y sentimientos. Los aldeanos saludando con su Bonjour!, la canción de ¡Qué festín!, el asalto al castillo... La historia de una redención. Momentos inolvidables.
Esa es y será para mí siempre La Bella y la Bestia, emblema de una época, testimonio del talento de aquellos gigantes de la animación que forjaron y mantuvieron aquella segunda edad de oro de Disney que comenzó con La Sirenita. Y todo eso ningún remake podrá superarlo.
NO HAY MAYOR VERDAD, LA BELLEZA ESTÁ EN EL INTERIOR
A mí es una película que me gustó bastante en su momento. Efectivamente corresponde a la segunda edad de oro de la animación de Disney, pero no me llama nada la atención la película con personajes reales, creo que es una demostración de la falta de ideas nuevas que tienen, totalmente de acuerdo. Ahora lo pueden hacer porque se ha avanzado muchísimo en efectos especiales, pero sigo quedando con la película de animación. Supongo que habrán aprovechado la estupenda banda sonora. Soy un poco crítico con el mensaje tan “estereotipado” de Disney, creo que trasmite una falsa realidad a los niños. No obstante, mis hijos han “borrado” el video (sí, salió en video hace unos 20 años, poco después de estrenarse...) de tanto verla y yo fui de los muchos que fueron al cine sin hijos a verla. Un saludo
ResponderEliminarPues me alegro que compartamos esa visión, Jose. E intentado resumir mucho lo que supuso para mí esta película y mis impresiones de la nueva. efectivamente han aprovechado la banda sonora (otro punto a favor) aunque han añadido otras nuevas. En cuanto al mensaje depende de las películas, en el caso de la Bella y la Bestia creo que es bastante útil lo de la belleza interior, aunque obviamente la Bella conquista a la Bella por la belleza exterior... Útil me refiero como mensaje. Yo guardo el VHS como una reliquia.
ResponderEliminarGracias como siempre y espero que os guste lo que os mostraré próximamente. Os daré dos pistas: París y Edad Media ¡Creo que son dos superpistas jaja!
Un saludo