jueves, 27 de febrero de 2020

Los perros de trineo

 El perro no es solo el mejor amigo del hombre: en los polos puede ser además su única salvación. Los miembros de la expedición Nares-Markham lo saben bien. Nansen y Amundsen tomarán también buena nota. Scott no lo hará y será un error fatal...





  Sé que los nuevos perros de trineo de Playmobil están muy bien y que se aproximan más al husky siberiano real. Quizá me haga con algunos. Pero los perros clásicos de trineo de Playmobil siguen siendo geniales, y si el que sean marrones puede echar atrás a alguno, hay que recordar que el perro más usado por los esquimales en el pasado y en el presente es el Quimmiq, el perro esquimal canadiense, que es mayoritariamente marrón.
   Los hombres de la expedición han aprendido de los esquimales a usar los trineos de perros. La ventaja de usar estos animales es que permiten avanzar más rápido por la nieve y el hielo. Además, pueden arrastrar cargas muy pesadas y solo sudan por la boca, por lo que evitan la congelación. Así, pueden llegar a soportar temperaturas de hasta -60º. 
    Hay que poner al perro más veloz e inteligente de la jauría por delante del resto:




   Conviene revisar la salud de los perros, pues resultará de vital importancia para resistir en el Ártico. Para ello, hay que avisar si alguno de ellos se ha herido en alguna pata, curársela y ponerle unas pequeñas botas de cuero como refuerzo:







También hay que alimentar a los perros en cada parada:





jueves, 20 de febrero de 2020

Fiesta de granjeros

       La idea de esta fiesta de granjeros proviene de Alambradas en la pradera, uno de los mejores libros de Lucky Luke, además de algunas películas como Raíces profundas




   Estos granjeros y pioneros se divierten y bailan. También han acudido los Hansen. La música country anima mucho estas fiestas:




Además de una buena comida, hay licores y cerveza artesana en abundancia:
















Una pausa para que los músicos descansen y tomen una cerveza:
















lunes, 17 de febrero de 2020

La batalla de Hastings




Hastings


1066









 Inglaterra, año 1066. Tras la muerte del rey Eduardo el Confesor, el consejo de notables del reino (Witenagemot) proclama rey a Harold Godwinson, cuñado de Eduardo, con el nombre de Harold II.
Pero nada más ser proclamado, comienzan los problemas.




Malos augurios han sido señalados ya al aparecer en los cielos un extraño cometa: el cometa Halley.




   Al enterarse de su proclamación, los enemigos de Harold estallan. Por un lado, su propio hermano Tostig, aliado con el rey Harald III Hardrada ("el Despiadado") de Noruega. 
  Por otro lado, el duque Guillermo de Normandía, llamado el Bastardo, primo segundo del rey Eduardo. El duque normando sostiene que el difunto rey le nombró su sucesor, por lo que señala a Harold II como usurpador del trono.
  En septiembre de 1066, Harold derrota a su hermano y al rey noruego en la batalla de Stamford Bridge, que marcará oficialmente el fin de la era vikinga. Pero el desgaste sufrido en la lucha afecta bastante al ejército sajón...
   Es hora de presentar a los dos rivales que quedan en esta historia:
   Guillermo de Normandía es un poderoso gobernante muy admirado por sus leales. Su ambición de poseer el trono anglosajón es apoyada por el papa Alejandro II, el emperador Enrique IV del Sacro Imperio, el rey Svend II de Dinamarca, el conde Balduino V de Flandes y la reina Ana de Kiev, regente de su hijo Felipe I de Francia, del que Guillermo es vasallo.
  Desde su residencia de Caen, Guillermo realiza los preparativos para la invasión de Inglaterra:






  Apenas recuperado de la batalla, Harold, desde su castillo de Westminster, recibe noticias de que Guillermo se ha puesto en marcha:





 El destino de Inglaterra está a punto de decidirse.




El imperio austro-húngaro


GOTT ERHALTE FRANZ DEN KAISER!






viernes, 14 de febrero de 2020

Encuentro con los nootkas


   Los españoles del asentamiento de Nutka se han instalado cerca del campamento de la tribu nootka. Estos indios, que se dedican a la pesca y al comercio de pieles, sienten curiosidad por sus vecinos y les invitan al campamento:




 El gran jefe Maquinna recibe a los colonos españoles en la gran cabaña del campamento nootka.





El comandante Francisco de Eliza toma asiento cerca del totem de la tribu:




 Eliza trata de comunicar a Maquinna que la alianza con los españoles podrá beneficiar a los nootkas:







 Maquinna ofrece al comandante Eliza su pipa para sellar un acuerdo:




  A continuación, el chamán de la tribu realiza una invocación:




jueves, 13 de febrero de 2020

Música para expediciones

  Aunque las expediciones históricas no han sido un tema especialmente recurrente para el mundo de la música, hay algunos casos que merece la pena rescatar. Algunas veces son homenajes, a veces parodias, y otras simplemente son una excusa para presentar una composición.
  Por orden cronológico de expediciones, nos remontamos al siglo XIII, o más bien a 1982, año en el que Ennio Morricone, el genio al que debemos la insuperable música de la trilogía de Sergio Leone (1964-1966) y la de La misión (1986), compuso la banda sonora de Marco Polo (1982) la serie de los ochenta de la que ya hablamos por aquí:





 Pasamos a 1991, año en el que el gran Vangelis compuso la banda sonora de 1492: la conquista del paraíso. Un gran homenaje para el descubrimiento de América y una de las mejores bandas sonoras de la historia:




   Me gustaría destacar también la canción de inicio y de cierre de la serie de dibujos animados de Cristóbal Colón, que homenajeaba la hazaña del almirante en el 5º centenario de 1992:




   Sin salir del mundo de la animación, tenemos la canción que los Animaniacs le dedicaron a Magallanes y su expedición a las islas de las Especias (1519), viaje que, como sabemos, sería Elcano quien lo completaría, realizando así la primera vuelta al mundo:




      La siguiente expedición recordada por el mundo de la música fue la de la subida al monte Cervino en 1865. Liderada por el alpinista inglés Edward Whymper, logró coronar por primera vez la cima de esta montaña legendaria (4478 m) de los Alpes.
      La hazaña se hizo célebre en Suiza, no solo por el logro, sino por la tragedia que tuvo lugar en el descenso. La cuerda que unía a los alpinistas se rompió y cuatro miembros de la expedición se despeñaron. Los supervivientes, entre ellos el propio Whymper, aseguraron que la cuerda se partió por accidente y no la cortaron ellos, como les acusó la opinión pública. Tiempo después, apareció la cuerda y se pudo comprobar que Whymper y los demás supervivientes dijeron la verdad.
     En 2014, la cantante sueca Anni-Frid Lyngstad, la morena de ABBA, dedicó una canción a aquella primera escalada del Cervino, titulada 1865:





  Pasamos, a continuación, a las expediciones a la Antártida. Por su carácter aventurero han atraído también la atención de varios cantantes. En primer lugar, tenemos Los héroes de la Antártida (1986), de Mecano. La canción rememora la trágica expedición de Robert F. Scott para conquistar el Polo Sur en 1912, vencido por el noruego Roald Amundsen. Aunque no dejó tanto recuerdo en la cultura popular como otras canciones del grupo español, Los héroes de la Antártida es una canción bastante interesante a tener en cuenta:




   En segundo lugar, la expedición de Ernest Shackleton (1914), que pretendía atravesar la Antártida. La expedición fracasó, pero también fue un éxito, pues fue la primera de la historia en la que todos sus miembros se salvaron.
  El cantante italiano Franco Battiato dedicó en 2003 una canción a Shackleton con el mismo nombre, en la que narra, con su estilo tan personal, la aventura del explorador británico entre los hielos de la Antártida:







domingo, 9 de febrero de 2020

Ritual guerrero

    Junto a un dolmen tiene lugar el ritual de iniciación de un joven guerrero:







El druida le da a beber una pócima como parte del ritual:




A continuación, comienza un combate para que el nuevo guerrero demuestre su fuerza:










sábado, 8 de febrero de 2020

Cerca de los 85º norte

   Continúa la expedición Nares-Markham hacia el polo norte. A pesar de soportar temperaturas extremas, los expedicionarios británicos siguen adelante. Han aprendido muchas cosas prácticas de sus contactos con los esquimales:






También hay que reservar tiempo para tomar notas y muestras de la expedición, mediciones, dibujos de la zona, de la fauna, etc.