El Viernes Santo amanecía lluvioso y al no poder acudir a la procesión de las Siete Palabras surgía otro plan que no necesitaba del buen tiempo: la exposición de Playmobil de Garray 2019:
Como en la de
Numancia 2017 y la del año pasado de la batalla de las
Termópilas, el aula arqueológica de Garray vuelve este año a presentarnos una exposición de Playmobil sobre otra batalla de la Antigüedad, siguiendo la estela de éxito de las anteriores: la
batalla de Alesia.
Para los que seáis seguidores de Astérix como yo, sabréis que la batalla de Alesia (52 a.C.), aquella en la que Vercingetórix, jefe de la unión de tribus galas, fue derrotado por Julio César, juega un papel significativo en sus aventuras. Para los galos de Astérix, Alesia es un mal recuerdo y como sucedía en El escudo arverno, evitaban hablar de esta ciudad o decir que no la conocían:
También recordaréis que ya dediqué una
pequeña entrada a la rendición de Vercingetórix ante César. No es de extrañar que los galos fingieran no conocer el emplazamiento de Alesia, no solo por la amarga derrota que supuso, sino porque durante años se puso en duda realmente su ubicación. Actualmente, se ha demostrado que corresponde al actual pueblo de
Alise-Sainte Reine, en la región de Borgoña. En el verano de 2005 visité el yacimiento, donde lo más destacable es la estatua de Vercingetórix, mandada levantar por Napoleón III:
Como en las ediciones anteriores, es un lujo poder contemplar este gran diorama. La exposición es todo un despliegue de medios, con detalles muy cuidados y piezas muy bien seleccionadas, así como los típicos gazapos:
Los retretes en el campamento romano, un detalle más que genial:
Todo está cuidado al máximo, como se puede ver: empalizada, uniformes, escudos, río, foso, estacas defensivas, aprovisionamiento...
César construye su empalizada para sitiar Alesia, quemado por su derrota en Gergovia en ese mismo año, y para defenderse de las tropas aliadas de Vercingetórix que puedan acudir a socorrer al caudillo galo:
Hay que defenderse por todos los flancos, aunque también hay tiempo para beber un trago:
¡Hasta unas pizzas se preparan estos romanos!
Al fondo, la ciudad de Alesia amurallada:
Las mujeres, ancianos y los niños son evacuados de la ciudad:
Casas egipcias, la cabaña de la isla y la cabaña del zoo vienen bastante bien, como se puede ver:
En el campamento de César, sobre la colina, se ponen a prueba las armas. Como se puede ver, hay cadáveres todavía por ahí:
Pero los galos todavía resisten. Numerosos aliados de Vercingetórix acuden en su ayuda. Son contenidos por la caballería romana:
Otras escenas de la batalla:
Un piloto de aviones se ha colado en el río:
Y finalmente, la rendición de Vercingetórix. El caudillo galo entrega sus armas a César. La escena, que es también el cartel de la exposición, representa el cuadro historicista de Lionel Royer:
Vercingetórix fue llevado a Roma y encarcelado en la cárcel Mamertina o Tullianum. Allí permaneció seis años hasta que César celebró su desfile triunfal y el caudillo fue exhibido como parte de los trofeos de los vencidos. Más tarde fue estrangulado en la cárcel. Sus hijos fueron educados en la cultura romana y la Galia fue definitivamente ocupada ¿Toda?
David Ormazábal, colega de este blog, del que recordaréis su magnífica
exposición del oeste en Golmayo, ha tenido el detalle de enviarme las fotos que van a continuación sobre el making of de la batalla. Así que, una vez más, mil gracias a David y naturalmente a los miembros de
Aesclick, venidos desde Soria, Burgos y Gijón
; Tierra Quemada, con
Rubén García a la cabeza
, y la
Diputación de Soria por esta iniciativa.
En estas dos imágenes, el equipo de Tierra Quemada montando la base, el río y la ciudad de Alesia:
El resto corrió a cargo de los miembros de Aesclick:
Aquí, Francisco Javier Ortega Cacho, responsable de los customs de la escena de la rendición de Vercongetórix:
En total, entre romanos y galos, el diorama está formado por ¡1800 figuras! La doble empalizada romana se realizó con material de hasta diez fuertes antiguos de Playmobil, seis de ellos parte de la colección de David, que ya nos mostró el año pasado formando el impresionante fuerte de 5 metros cuadrados de la exposición de Golmayo. Aquí en imágenes para recordar:
Unas piezas, las de los fuertes, que, como ya hemos comentado en otras ocasiones, trascienden la temática del oeste a la hora de buscar escenarios. No solo para los romanos, como en este caso, sino también para
vikingos, como ya se ha mostrado en este blog y en otros.
Aquí, el mismo David ultimando la escena de la caballería romana:
Una exposición más que recomendable. Para todos los que podáis pasaros, estará hasta el 4 de noviembre. Estoy seguro de que será un éxito de visitas como las dos anteriores.
