lunes, 17 de noviembre de 2025

STOP Leyenda Negra (XVIII)

 La semana pasada el programa La Noche del canal 24 horas trajo de invitado al historiador mejicano Juan Miguel Zunzunegui, divulgador de la historia de la conquista española de América, especialmente la de México, y gran combatiente contra la Leyenda Negra.


    Zunzunegui no solo contó la historia real de la conquista de Cortés, relatada en su último libro, Al día siguiente de la conquista, sino que remarcó la verdad a la que ya nos hemos referido en otras entregas de esta sección: la conquista fue el resultado de la alianza entre los españoles y los pueblos mesoamericanos contra la tiranía azteca.


    El historiador mejicano tuvo que hacer frente al discurso del presentador del programa, Xabier Fortes, representante del sanchismo y su buenismo antihistórico. Personaje que ya ha demostrado ser el peor moderador de España junto a Silvia Intxaurrondo. Fortes atacó con los típicos tópicos: fuimos a matar, hubo abusos, etc. Zunzunegui contraatacó con la lógica y la historia: el que hubiese abusos en algunos casos no supone generalizar la iniciativa de la conquista, el encuentro entre dos mundos (como ya señalamos al hablar de las encomiendas). Para ello, el historiador mejicano habló de las Leyes de Burgos y de otros ordenamientos en contra del maltrato a los indios.


    El discurso de Zunzunegui nos llenó de vergüenza. Vergüenza porque un mejicano tenía que defender la verdad sobre un episodio de nuestra historia frente a un español que la atacaba. Qué lástima. Así estamos. Además, Zunzunegui señaló a Inglaterra y EEUU como causantes de las guerras de emancipación de Hispanoamérica y el deseo de estos de mantener a españoles e hispanos distanciados. De la locura de Sheinbaum y su desafío a España, mientras no muestra desafío a EEUU.
    La semana pasada fui yo el que hizo de Zunzunegui en una interesante conversación con una chica colombiana. Ella me habló de la historia de la conquista que les transmiten en Colombia: los españoles fuimos a masacrar a los colombianos y a acabar con la raza indígena, a apoderarnos de su oro, etc.


    Sí, el oro de Hispanoamérica se gastó en Europa, cierto. Pero también allí, en la misma Hispanoamérica. Está en sus iglesias, catedrales, palacios, universidades, plazas, carreteras, puentes, etc. Ni Colombia ni ninguna nación hispanoamericana existía todavía. Le hablé de los matrimonios interraciales, que ni ingleses ni franceses ni holandeses practicaron. Le hablé del gran número de indígenas y mestizos, que sigue siendo mayoritario tanto en Colombia como en el resto de naciones hispanoamericanas (salvo Argentina). Ya solo eso, le dije, debería hacerte ver la gran mentira que os han contado contra nosotros. La colombiana sonrió. Al ver sus ojos casi asiáticos comprendí que ella había comprendido cuáles eran sus orígenes. 



martes, 11 de noviembre de 2025

Caballeros hospitalarios

  La orden del Hospital de San Juan de Jerusalén es la más antigua de las Cruzadas. Fundada hacia 1099 por el beato Gerardo Sasso, se dedicó originalmente a atender a los peregrinos que llegaban a la ciudad santa. Pero la necesidad de protección a estos hizo que se convirtiera, con la aprobación del papa Calixto II, en una orden de monjes-guerreros, como los templarios.


    Su cruz blanca de ocho puntas representa las ocho bienaventuranzas de Cristo. Los caballeros hospitalarios defienden con valor los Santos Lugares. Aquí vemos a un caballero de la orden junto a su comendador.


    En Siria, los hospitalarios construyeron el castillo cristiano más grande del mundo (si no contamos el castillo de Praga y el Kremlin de Moscú, que serían más bien recintos amurallados): el Krak de los Caballeros.


Desde allí, los hospitalarios dejan una página más en la historia de Oriente Próximo y del mundo.








domingo, 9 de noviembre de 2025

La compañía de Roger de Flor

 Mediterráneo oriental, 1302. Roger de Flor, hijo de una familia arruinada de Sicilia y ex-templario, participó en la última cruzada (1272). Tras esta, ha alquilado su espada a los intereses de Aragón. Ha formado una compañía mercenaria de almogávares y luchado a favor del rey aragonés Jaime II y del hermano de este, Federico II de Sicilia.


    Tras solucionar el conflicto entre este último monarca y Carlos de Anjou, originado tras las llamadas Vísperas Sicilianas (1282), Roger de Flor es solicitado por el emperador Andrónico II de Bizancio. El objetivo es eliminar las dos amenazas que sufre el imperio bizantino: la de los genoveses y la de los turcos.


    Los almogávares siguen a su líder a esas regiones del Oriente, tan distintas de sus montañas pirenaicas. Unos 4000 componen esta gran compañía. 


viernes, 7 de noviembre de 2025

Guerreros vikingos (IV)

  Hace poco conseguí el vikingo de la serie 28. Es el primero que tengo con la peluca-barba (porque van unidas) al estilo de Ragnar Lodbrok de la serie Vikingos.


He combinado la figura con otras barbas, cascos y armas para ir probando el aspecto.





miércoles, 5 de noviembre de 2025

Parafernalia celta

  Son muchos los objetos y elementos vinculados a los celtas. Vimos ya muchos de sus rituales y dioses. Observemos ahora estos trofeos y escudos.


Es bien conocido el culto de los celtas a los cráneos, en parte como trofeo.



La entrañable espera

   Hay un significado muy profundo en la entrañable espera que era noviembre hace ya muchos años. En aquel tiempo en el que quedaba esperanza. Cuando atravesar los pinares de Lubia era como entrar en la taiga escandinava. Lugares que miro hoy de la misma forma, como si el tiempo se hubiera detenido. Esos días de antesala. Sí, esa antesala que, como ya comenté, es la de la noche que caía, pero que no traía tristeza, sino que me decía que en esa vieja ciudad se produciría el milagro que cerraría el año: la Navidad. Y así, crecía en mí la idea de eternidad. El encuentro con la familia en aquellos fin de semanas de otoño, en aquellos puentes, ya fueran los del Pilar o de Todos los Santos, cuando un simple pinar, una central eléctrica, un camino de barro, me decían: "Sí, aquí vive la eternidad". El mundo era infinito desde un Opel Corsa.

    ¿Por qué si no al ver el trailer de Svindlande Affärer (1985), película sueca con la canción de Pernilla Wahlgren como hilo musical, de años antes que yo naciera, veo esos bosques y carreteras con barro?


    Sí, era en aquel tiempo en el que las cadenas de televisión bombardeaban ya con la publicidad navideña, aunque con menos antelación que ahora. Y de esa antelación debía beber también esa canción (también sueca) que dice:

Caminamos con ilusión,
nos quedamos aquí con anhelo,
ahora que nos acercamos,
nos acercamos a la Navidad.

    Y ese anhelo me llevaba a babear mirando los pasillos de los juguetes de los hipermercados y los catálogos de lo mismo. Y a desear tal o cual caja grande de Playmobil.


¡Oh, qué maravillosos días! Cuando en esos trayectos se escuchaba It must have been love de Roxette (curiosamente, fue en uno de esos trayectos, en 2019, cuando nos enteramos de que su cantante, Marie Fredriksson, había muerto).


O las canciones de El Consorcio (sobre todo la canción Navidad).


    Una espera con calendario de adviento ¡Por eso lo relaciono ahora con Calendar Girl, de Neil Sedaka! Una espera con la ilusión del Auto de Navidad, que nos regaló Jimena Menéndez Pidal con una extraordinaria recopilación de la antigua literatura y folklore navideños españoles y que ensayábamos en aquellos días.


¡Oh, venerable misterio!
Más para sentir que para decir


    Me hablas, entrañable espera, de abrigos vaqueros, del frío que se hacía notar ya en la ciudad del Duero y que nos regalaría (con suerte), una blanca Navidad; del Corte Inglés y sus luces y figuras de Cortilandia, de estrenos de Disney, de Nestlé Caja Roja, de OMD, de Spandau Ballet, de aquellos libros ilustrados navideños en la Fnac, del Madrid inmortal de aquellos primeros 90, donde todo estaba dispuesto para los niños.


     El tiempo pasa volando, entrañable espera, pero, aunque mayor, te sigo viviendo cada año. Pues eres la vieja ciudad asomando por el horizonte, pasado Los Rábanos, mientras pensaba en El rey león. Eres la ilusión que hay detrás de un cristal translúcido que lleva al calor del salón de los abuelos, el mismo que daría paso a los regalos de Papá Noel en la víspera tres veces sagrada. Eres los días que faltaban y faltan. Eres la planificación, la única del año junto a la de verano que hace ilusión. Eres todo eso.





lunes, 3 de noviembre de 2025

¡Desperta, ferro!

  No habíamos tocado todavía el tema de los almogávares en el blog: los famosos mercenarios de la corona de Aragón que lucharon como infantería ligera en los siglos XIII-XIV.


    Los almogávares eran aragoneses de los Pirineos, que, cuando no se dedicaban a la ganadería, alquilaban sus armas (especialmente el alfanje o espada corta) al servicio de los reyes de Aragón. Su grito de guerra era "¡Desperta, ferro!" ("Despierta, hierro").


    Durante un tiempo, en el que realizaron sus mayores hazañas, los almogávares fueron dirigidos por Roger de Flor, un misterioso personaje siciliano, ex-templario. Bajo su mando, los almogávares socorrieron al emperador de Constantinopla y vivieron muchas aventuras en el Mediterráneo oriental, cuando el imperio bizantino iba perdiendo terreno a costa de los turcos.


    El cine no ha prestado atención a esta historia, a excepción de una película de 1983, dirigida por Alfonso Ungría: La conquista de Albania. Una rara avis, no solo por la escasez de películas españolas históricas, sino por el tema y la ambientación.





    Rodada en escenarios navarros y aragoneses, La conquista de Albania cuenta una historia bastante olvidada. No se trata de los almogávares exactamente, pero sí de mercenarios navarros en la misma época. En 1376 el rey de Navarra Carlos II el Malo autoriza a su hermano Luis de Beaumont la conquista de Albania. Era la esposa de Don Luis, Juana de Durazzo quien reivindicaba aquellas tierras, arrebatadas por el príncipe albanés Karl Topia. La historia es narrada por Hamed, el criado sarraceno de Don Pedro, amigo a su vez de Don Luis y verdadero protagonista de la película. 
   Don Luis recluta a las compañías navarras, formadas por mercenarios de un lado y otro de los Pirineos. Tras atravesar el Mediterráneo, las tropas se encuentran con un país desolado: la Albania que esperaban como una tierra maravillosa es una extensión de terreno desolado, sin apenas árboles ¿Merece la pena perder tantos hombres por esto? Esta es la cuestión que flota sobre esos mercenarios y sus capitanes.


   La conquista de Albania, a pesar de lo que pueda parecer, no aburre y posee un argumento bastante sólido, a diferencia de otras películas españolas del género histórico. La verdad es que ha sido un género bastante escaso en nuestro país si dejamos a un lado las patrióticas producciones del franquismo. Y la verdad es que todas las que han llegado hasta hoy o se han hecho con cuatro duros o ha habido una buena inversión, pero penosa interpretación. La conquista de Albania, por el contrario, merece estar por encima de ellas por distintas razones.



  Para empezar, es la mejor película ambientada en la Edad Media que se ha hecho en España y una de las mejores sobre esta época. La ambientación está más que lograda, no solo por recurrir a escenarios como el impresionante castillo de Loarre o la imponente villa amurallada de Artajona, sino por crear precisamente eso: una atmósfera medieval. Frío, sudor, paja por los suelos, gentes fieras, todo eso se puede percibir en la película. Por ejemplo, la escena del reclutamiento parece un verdadero viaje al Medievo. Como historiador puedo señalar que la época está muy bien recreada y a la misma altura de otras buenas películas medievales (en cuanto a la recreación histórica o accurency) como Hermano sol, hermana luna; Paseo por el amor y la muerte o El nombre de la rosa.


   En aquellos años 80 estaba de moda el cine de aventuras y de fantasía. El acierto fue hacer una película de aventuras, pero no de fantasía, porque sin duda habría sido un bodrio... porque ¿desde cuándo ha sido España país de cine de fantasía? "Lo sentimos, pero a no ser que aparezca sexo y drogadictos entre tanto troll y hada no hay contrato, señores..."
    Ungría rescató una historia olvidada del Medievo y logró con La conquista de Albania darle veracidad, alejándose de idealizaciones, para mostrar una realidad cruda en unos tiempos duros, pero al mismo tiempo extraordinarios.
    Volveremos sobre el tema de los almogávares en futuras entregas.