La isla del Paraíso

  La estancia de la tripulación del Intrepid en Tahití se prolonga. Los marineros comprueban que esta isla es realmente la isla del Paraíso, de la que hablaron otros navegantes. Las tahitianas no se separan de los hombres del Intrepid:

   Los tahitianos, por su parte, parecen interesados en las armas de fuego de los británicos. Pero los royal marines prefieren no enseñar mucho su uso a los indígenas, pues podría tornar estas buenas relaciones:

El doctor Evans está entusiasmado por la riqueza natural de Tahití... y por otras riquezas...

Hechicero sajón

  En su magnífica trilogía Crónicas del Señor de la Guerra, dedicado a una aproximación histórica a la figura del rey Arturo, Bernard Cornwell presenta la figura de los hechiceros sajones:

   La presencia de estos hechiceros (equivalentes a los druidas celtas) en las batallas contra los britano-romanos de Arturo, que se narran en la trilogía, era principalmente para desmoralizar a estos mediante maldiciones e insultos. Cornwell describe a estos hechiceros medio desnudos, con aspecto terrible y siniestro. Portan, además, el característico puñal sajón:

Tienda de George Washington

 

  Pasamos a ver otra tienda de campaña, en esta ocasión la de George Washington, primer presidente de Estados Unidos. Por ahora, el general Washington emprende la lucha por la independencia de las trece colonias.

Washington expone los planes de batalla a su estado mayor:

La rebelión de los cipayos

       India, 1857. Ha estallado la revuelta entre los cipayos: los soldados nativos al servicio de la Corona Británica. Pero la rebelión se ha extendido a amplias zonas de la India y supone una amenaza.

    Vamos a ver en primer lugar a algunos integrantes del bando rebelde. Aquí, un cipayo del 41º regimiento de infantería de Bengala:

Un cipayo del 54º regimiento de infantería de Bengala:

    Un sowar (jinete) del 2º regimiento de caballería de Bengala:

      A continuación, las tropas enviadas por la metrópoli para combatir la rebelión. Aquí, un

soldado del 92º regimiento de Highlanders:

Jinete del 4º de caballería hindú leal a la Corona:

 Oficial del 91º regimiento de infantería:

Y un soldado del 7º regimiento de fusileros reales:

Duque de Alba

   Países Bajos, 1566. La situación económica en España obliga a subir los impuestos. Los líderes de la nobleza, calvinistas en su mayoría, se niegan a cubrir los gastos de un ejército extranjero. Exigen a Margarita de Parma, gobernadora de los Países Bajos, que se bajen los impuestos y que se ponga fin a la labor de la Inquisición. Meses después, estalla una oleada de violencia calvinista, que destruye iglesias e imágenes religiosas. Felipe II es informado de la rebelión y envía a uno de sus mejores generales: Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, duque de Alba.

    El duque llega a Bruselas e instaura el Tribunal de Tumultos para castigar a los flamencos rebeldes. El rey le nombra gobernador en sustitución de Margarita de Parma. Guillermo de Orange, el principal líder de la rebelión, consigue huir. La represión llevada a cabo por el duque de Alba dio comienzo a la extensión de la leyenda negra antiespañola por Europa. Se cree que las ejecuciones fueron entre 500 y 800, pero la propaganda rebelde las convirtió en unas 200000.

     Esta propaganda convirtió al duque en un monstruo español sediento de sangre. Los flamencos protestantes (los holandeses, por extensión), se referían a él como al Hombre del Saco para asustar a los niños: "Duérmete o vendrá el duque de Alba".

   ¿Fue tan terrible el duque de Alba? Lo cierto es que la mayor parte de los miembros del tribunal eran flamencos, que conocían mejor la situación que unos españoles que acababan de llegar a Bruselas. Los flamencos católicos apoyaron al duque, los flamencos protestantes huyeron al norte, por lo que se fue conformando ya las diferencias: Flandes (y, por extensión, toda Bélgica), católica, al sur. Holanda, protestante, al norte. 

    Para la mayoría de los historiadores, apartados de la propaganda rebelde, el duque de Alba fue un gran general y un hábil estratega.

Atrapados en el hielo

  Agosto de 1915. El Endurance ha quedado atrapado por el hielo, en el mar de Wedell. En cubierta han aparecido algunas grietas. 

   Shackleton y Worsley intentan mantener la calma de la tripulación. Los siguientes días todos oyen el crujir del hielo. Parece que todo empeora:

   A mediados de octubre la amenaza del hielo aumenta. Atrapado por los hielos, el barco va a la deriva en dirección noroeste. Los marineros dan la alarma: el agua está entrando en las bodegas del Endurance. Worsley da orden de achicar con las bombas. Shackleton intenta mantener la calma explicando que, aunque llegase a hundirse, tienen medios para sobrevivir.

 Días después, el marinero Walter How informa de que es imposible achicar más: el agua del interior de las bodegas se ha helado.

Shackleton toma una decisión: descargar todo el material, los botes y los víveres en la banquisa.

También evacúan a los perros:

   El 21 de noviembre toda la tripulación, los perros y el material están fuera del barco. Nada de cuanto han hecho ha sido posible para salvar al Endurance. En estupefacto silencio, los 28 hombres que han llegado hasta la Antártida en busca de la aventura y del éxito contemplan como su barco cruje y chirría bajo la fuerza de los hielos. Los mástiles se van partiendo.

James Hurley, el fotógrafo de la expedición, retrata con su cámara el fatídico momento:

    Sin barco, sin haber podido pisar el continente, la Expedición Imperial Transantártica ha fracasado ¿Qué será ahora de los expedicionarios?

Dean Devon

   Dean Devon es un gran jugador de poker profesional. Es igual de bueno con las cartas que con el revólver:

   A la espera de conseguir el saloon de Playmobil, hay que tirar de las piezas que se tienen. Y, de nuevo, el piano ya hace lo suyo:

La tirolesa de la serie 2, con parte de la victoriana de la serie 16, componen una buena chica de saloon:

Mercado medieval

  Los mercados y ferias medievales son todo un acontecimiento para la ciudad. Normalmente se disponen espacios para que sean celebrados, como el mercado porticado de Cordes-sur-Ciel, una villa medieval de Francia que recomiendo especialmente:

        He querido celebrar este mercado en otra estructura porticada. En este mercado se puede encontrar de todo: pescado, telas, pieles, orfebrería, enseres, etc.

El botín de los dacios

    Tras la batalla, uno de los cometidos de oficiales y soldados es reunir el botín ganado a los dacios. El oro de los Cárpatos es muy apreciado. Las armas, joyas y adornos arrebatados a los vencidos indican la gran riqueza que podrán obtener de las minas de Dacia:

Tal como muestra la Columna Trajana, los soldados cargan el botín en sus monturas: