No todos los días se cumplen años, así que qué mejor manera de celebrarlo que con una de mis pasiones: los Playmobil. Y para ello pasarlo en Madrid, en la feria de coleccionistas de la ermita del santo, que llevaba ya sin ir desde marzo del año pasado.
La feria una locura de piezas y gente como siempre. Una vez más, los Playmobil siguen triunfando y ya han desplazado a coches y otros juguetes. La novedad de esta vez es el diorama sobre la película La gran evasión (John Sturges, 1963), como siempre a cargo de Amsclick. Una vez más felicito a la asociación por esta pasada de diorama. Sigo sin solucionar lo de la conexión de USB del móvil, así que en cuanto pueda las comparto con vosotros y le dedico una entrada para mostrar el diorama con detalle.
Los precios siguen estando por las nubes y más de un vendedor se aprovecha y mucho... pero por suerte los legales siguen siendo mayoría y tanto la calidad del producto como el precio van de la mano. Un despiste cumpleañero: dejarme la lista en casa, así que de piezas sueltas he tenido que memorizar más o menos las que busco. Lo que más he comprado esta vez han sido figuras.
Una de las compras ha sido Julio César y Cleopatra. Tenía la opción de comprar la caja por 10 € o las dos figuras sin el esclavo sueltas por 7 € en un plástico. Al final he escogido la segunda opción y el esclavo ya lo compraré en otra ocasión. O no, porque realmente las que me interesaban eran Julio César y Cleopatra. Preciosas ambas figuras. La coraza de César es chulísima, parece sacada de Gladiator. En cuanto a Cleopatra no es la primera que saca Playmobil, pero el vestido con el escarabajo y el adorno del pecho molan bastante y le dan un toque muy egipcio. La mesa y la "ensaladera" son las que ya venían en la caja del emperador. Las copas me llaman mucho la atención, no solo porque Playmobil haya vuelto a sacarlas de "cristal", sino por el vino que llevan dentro.
Otra figura curiosa que he comprado es la de Goethe de la que ya hablé en los playmoexclusivos. Me ha sorprendido encontrarla solo por 2 €, pero claro, viene sin sombrero ni chaqueta. Pero igualmente me vendrá bien para alguna escena del siglo XVIII. Por cierto que de este siglo he encontrado muchos más que otras veces, cosa curiosa.
De los sobres sorpresa serie 11 ha caído la hippie para regalársela a una amiga mía que seguro que le gustará.
Buen tiempo más tarde junto al Manzanares disfrutando de las vistas del palacio real y la Almudena, mientras a su vez los colchoneros disfrutaban de sus respectivas compras de Playmobil calentando motores para el Atleti vs. Eibar (con victoria al final para el primero, era de esperar). Bastante han sufrido ya en Champions contra nosotros y lo que les espera el miércoles jaja (vaya propaganda vikinga acabo de meter).
Después de comer, una visita a un sitio más que curioso de Madrid: la alameda de Osuna, más concretamente El Capricho, el parque de la duquesa. Nunca antes había estado en este lugar y esta vez he ido animado por la lectura del libro La España fabulosa de Jesús Callejo (lectura que recomiendo para descubrir algunas de las tradiciones y curiosidades más recónditas de nuestro país). La visita merece la pena. Se trata de un parque del siglo XVIII (parece que todo gira en torno a ese siglo hoy) mandado construir por la duquesa de Osuna, a la que retrató Goya junto a su esposo e hijos.
Esta duquesa fue realmente la María Antonieta española, pues aunque ni fue reina ni fue decapitada, en todo lo demás se comportó como la frívola esposa de Luis XVI, imitando a los campesinos de manera estrafalaria y otras excentricidades que plasmó en un parque privado (hoy pertenece al ayuntamiento de Madrid) que diseñó para divertirse con sus amistades.
Aunque tanto Jesús Callejo como los carteles del parque hablan de los autómatas y figuras a tamaño real que representaban campesinos, soldados y criados, nada de esto ha quedado en nuestros días, pues lo mangaron los franceses durante la Guerra de Independencia. Pero el parque sigue siendo un precioso jardín neoclásico que nada tiene que envidiar a los jardines reales de Aranjuez. Merece mucho la pena pasear por sus hileras de árboles, largas explanadas de césped, templetes, un palacio, fuentes, un laberinto,un abejero, un fortín, una mini-plaza de toros, un estanque donde la duquesa y sus amistades paseaban en barca... Visitar el Capricho es meterse de lleno en la época de Goya, como si él mismo y otros personajes de la corte de Carlos IV fuesen a aparecer en cualquier momento.
Así que hasta la próxima feria que vaya; la de hoy ya me ha regalado un feliz cumpleaños.
Felicidades Diego! y muy buenas compras por lo que cuentas, la caja de la cleopatra es chulísima, a mí precisamente el que más me gusta es el esclavo, aún no lo hemos cogido pero caerá seguro. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, Javi! compras geniales como ves. La nueva serie romana-egipcia apunta muy bien y estos ejemplares lo demuestran.
ResponderEliminarUn saludo :)
Muchas felicidades Diego, aunque sea con retraso. Hace tiempo que no vamos al mercadillo. ¿No te pareció un poco cutre la nueva ubicación? Me parece que han bajado en puestos y variedad. Necesito pasarme también por el Museo del Ferrocarril, que me han dicho que está creciendo bastante en puestos y movimiento (precisamente por las tiendas que se están cambiando…). A ver si tenemos un rato y nos pasamos.
ResponderEliminar“El capricho” es uno de mis parques favoritos de Madrid. Lo conozco desde hace muchos años. Ahora tienen tornos para pasar, pero hace años se podía ir con la manta y la comida a echar el día con los niños. Muy buenos ratos hemos pasado allí. Una recomendación de 10… y más ahora que se convierte en un refugio de frescor hasta el otoño. Un saludo
Muchas gracias, Jose :) Pues un poco apretados sí que he encontrado en esta ocasión los puestos. Antes se extendían bastante más. Siento que los coleccionistas de otros juguetes y artículos se vean desplazados y algunos directamente eliminados. Y de los de Playmobil muchos vendedores siguen siendo auténticos ladrones.
ResponderEliminarEl Capricho ha sido para mí todo un descubrimiento. Es verdad que con los tornos te hace sorprenderte y echar la mano a la cartera ¿Cobrarán? jaja pero bueno, bueno, todo sea por su conservación. El sábado lo que más abundaba por ahí era niñas de comunión haciendo las sesiones de fotos. Un marco incomparable.
Un saludo
Muchas felicidades y entrada muy bonita.
ResponderEliminarGracias por compartirnos tu dia
Muchas gracias, Antonio!!
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