El mundial de clubes de fútbol, celebrado en EEUU este año, es una de las competiciones que le falta al Real Madrid. Y es como aspirar al Santo Grial. Las miradas están puestas, desde que arrancó el mundial, en este caluroso verano, en Xabi Alonso, el sucesor de Ancelotti. Xabi Alonso no es solo una figura emblemática del Madrid y del fútbol español. Es también un emblema del mundial de 2010, de la selección que logró la copa del mundo, en aquel verano maravilloso. Por eso, somos muchos los que queremos que al nuevo míster le vaya bien en esta nueva etapa.
Otro elemento clave es la despedida de Modric. Este mundial de clubes será la última competición que el croata jugará con la camiseta blanca.
Comenzó el mundial con dichas miradas en una fase de grupos que arrancó con un Madrid-Al Hilal. La disputa, bastante reñida, se saldó con un 1-1.
Las miradas se pusieron de nuevo en Xabi Alonso, señalando que no se percibía mucha diferencia con la última etapa de Ancelotti... Pero por experiencia sé que hay que ser prudentes en todo. Y tanto Xabi Alonso como todos nosotros recordamos cómo España empezó perdiendo en 2010 ante Suiza. No, un empate no iba a echar por los suelos los planes de Xabi Alonso.
El siguiente encuentro lo cambió todo. El partido contra el Pachuca se saldó con victoria madridista: 3-1. Era el momento. Y sin Mbappe, que se recuperaba de un cólico. Xabi Alonso podía ahora respirar y todos los comentaristas comentar que sí, que la cosa parece ir bien para el Madrid.
Sí, la cosa iba bien. Aunque Asencio se llevó una tarjeta roja y Vinicius no logró marcar ningún gol. La siguiente parada fue el partido contra el Salzburgo, solo que a altas horas en España, lo cual nos impidió a muchos verlo. Pero la racha continuaba y el Madrid ganaba al club austriaco por 0-3.
El encuentro con el Salzburgo supuso oxígeno para el Madrid. Vinicius se reivindicaba de nuevo con un gol en el minuto 40. Y así, el equipo blanco se clasificaba para octavos de final.
Con el Manchester City fuera y una Juventus debilitada, el Madrid se enfrentaba a esta en lo que prometía ser un partido muy duro. Recordemos que el club italiano siempre ha asustado a los blancos y luego estos siempre le acaban ganando. Pasó en dos finales de la Champions: 1998 y 2017. Y así, de nuevo, una llamada a la nostalgia.
Di Gregorio, el portero de la Juve, no le puso las cosas fáciles al Madrid. Los blancos tuvieron momentos de desconcierto. En algunos casos parecía que estaban borrachos... ¿Qué puñetas estaba pasando? Nos fuimos al descanso con el marcador a 0. Y en el minuto 54, llegaba por fin el gol por parte del joven Gonzalo.
La rapidez fue la baza del Madrid. La euforia blanca se extendió y nos libramos de la prórroga y de los penaltis. La llave para pasar a cuartos estaba ahí. Próxima parada: cuartos de final, mañana contra el Borussia de Dortmund.
¡HALA MADRID!
No hay comentarios:
Publicar un comentario