Fontainebleau, cerca de París, abril de 1814. Los ejércitos austriaco, prusiano y ruso cercan la capital del imperio. Los sueños de grandeza de Napoleón se han truncado. Sus mariscales le ruegan que abdique: no queda otra opción. Así se lo comunica el mariscal Ney.
Napoleón no está nada convencido. No puede creer que todo lo que ha construido desde que llegó al poder hace 15 años quede destruido ahora por sus enemigos. Es demasiado para quien se creía invencible, para quien se creía el nuevo César.
Pero, finalmente, cede. Toma la pluma y firma el documento de abdicación.
Sus enemigos le han permitido exiliarse a la isla de Elba con cuatrocientos soldados como guardia. El Águila Implacable, el tirano que ha dominado media Europa, contempla su propia caída.
¿Será Elba su destino definitivo?
Waterloo, un film brillante.
ResponderEliminarSin duda.
EliminarHasta Napoleón dimitió jaja y sin tener que tomarse "5 días para pensárselo" jajaja