domingo, 29 de noviembre de 2020

El honor de Sir John Spencer

 Althorp, Inglaterra, 1519. El rey Enrique VIII sale a cazar en los bosques de la comarca en compañía de algunos amigos y su escolta.


   Los perros encuentran un jabalí. Tiene una fuerza terrible y levanta por los aires algunos perros. El rey se acerca, venablo en mano. Quiere ser el que aseste el golpe mortal al jabalí:


Pero el jabalí embiste con fuerza contra el caballo del rey y le hace caer:


   Enrique VIII está más sorprendido que dolido de la caída. Todo es tan rápido que sus hombres no pueden reaccionar. Aturdido y sin armas, el rey está a merced del furor del jabalí:


  De pronto, surge un jinete de entre los árboles. Con rapidez y tiro certero lanza su venablo sobre el jabalí:


   El jabalí cae abatido. Con la misma rapidez, el jinete baja del caballo y remata al fiero animal con un cuchillo de caza:


   Enrique VIII agradece al jinete su intervención y felicita su valor y decisión. El jinete se presenta: John Spencer, señor de Althorp. Un miembro de la baja nobleza, objeto de mofa de los altos nobles del reino por haber hecho su fortuna desde abajo, con el negocio de las ovejas.



 En recompensa por salvar su vida, el rey nombra caballero a John Spencer y lo incluye entre los más leales de su consejo más cercano. Así, los Spencer, siempre orgullosos de ser granjeros, pasan a ser de los más leales a la Corona. El rey no sabe que un tataratataranieto de este noble granjero será el primer ministro Winston Churchill. Y tampoco sabe que otra tataratataranieta suya hará tambalear a la Corona en un gran desafío...














2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias. A veces hay episodios aparentemente no relevantes que dan para alguna que otra entrada.

      Eliminar