El castillo de Eilean Donan es sin duda una de las vistas más famosas de Escocia. Lo que muchos no saben es que sobre sus muros ondeó una vez la bandera española:
Escocia, 1719. Tras la Guerra de Sucesión, España intenta recuperar parte de los territorios perdidos en el tratado de Utrecht. Pero Gran Bretaña, su principal enemigo, se lo impide. El rey Felipe V, aconsejado por el cardenal Alberoni, decide intervenir en la rebelión jacobita para debilitar a los británicos. El plan dispuesto es éste:
- Un numeroso contingente dirigido por el duque de Ormonde, jacobita inglés exiliado en España, con el objetivo de atacar Londres.
- Un segundo contingente liderado por Sir George Keith, conde mariscal escocés y líder jacobita, también exiliado en España. Junto a él, el coronel Nicolás Castro de Bolaño, al frente de unos 300 soldados del Regimiento de Galicia. El objetivo es desembarcar en Escocia, entregar armas a los rebeldes jacobitas y avanzar hacia el sur.
La primera parte del plan se viene al traste cuando las naves que transportaban al contingente de Ormonde se ven obligadas a regresar a España ante una peligrosa borrasca. Solo queda la segunda parte del plan.
Las tropas de Keith y Bolaño consiguen desembarcar en la isla escocesa de Lewis, en las Hébridas, tras zarpar del puerto de Pasajes (Guipúzcoa). Tras reunirse con los clanes rebeldes solamente el clan McKenzie accede a participar en la expedición. En la imagen, Keith y Bolaño reuniéndose con los jefes del clan:
Sobre un mapa, discuten el plan de ataque:
Bolaño muestra a los jacobitas las armas suministradas:
El plan acordado es el siguiente: unos 45 soldados españoles deberán permanecer defendiendo el castillo de Eilean Donan, propiedad de los McKenzie, mientras que el resto seguirá hacia el sur intentando reclutar más rebeldes en todas las aldeas posibles. Los bravos soldados del Regimiento de Galicia toman posesión del castillo:
Enterados los ingleses de los planes de Felipe V, envían cinco fragatas a Escocia para detener a los españoles. Un oficial inglés se presenta ante el castillo y pide su rendición, pero los españoles se niegan a rendirse. Los ingleses bombardean con su artillería los muros del castillo. A las ocho de la tarde, la fortaleza ya ha caído. El capitán Herdman se presenta con sus hombres para reconocer a los supervivientes. Entre los cadáveres, los cascotes y la niebla, se presentan los supervivientes: solo cinco soldados españoles.
Los supervivientes fueron llevados a Edimburgo como prisioneros de guerra. El resto de la expedición, junto con los rebeldes jacobitas reclutados, se enfrentaron a los ingleses en Glenshiel. Keith y Bolaño contaron con el apoyo del famoso rebelde Rob Roy. Al estar menos organizados, los escoceses fueron los más afectados y se vieron obligados a retirarse, entre ellos el propio Keith, sabiendo que le esperaba la horca si le capturaban. Los españoles fueron los últimos en rendirse. De ellos sobrevivieron 274, que fueron trasladados también a Edimburgo. En octubre de ese mismo año, fueron repatriados a España.
Este contingente español fue el último ejército extranjero que luchó sobre suelo británico. Aunque el episodio fue casi olvidado, en el castillo de Eilean Donan todavía se habla del fantasma de un soldado español que pasea por sus estancias...
Bonita historia.
ResponderEliminarGracias, Antonio. Ya ves que el mérito es de tus paisanos :)
EliminarEpisodio de nuestra historia desconocido para mi ... muy interesante.
ResponderEliminarPara mí fue todo un descubrimiento. Un episodio más que nos lleva a afirmar de nuevo que nuestra historia tiene todavía partes secretas por explorar. Y reivindicar!
ResponderEliminarGracias como siempre