Antes de comenzar esta entrada (ya elaborada meses atrás) quiero transmitir mi solidaridad con todos los que han sufrido y están sufriendo a causa del coronavirus. Para todos los demás, obligados por fuerza mayor a permanecer en nuestras casas, ofrezcamos nuestra afición como pasatiempo.
Volvemos a Viena, al siglo XVIII. Desgracidamente no hay paredes ni fachadas de esta época de Playmobil. Lo que más se aproxima es la arquitectura victoriana, pero al haberla usado para entradas sobre esa era, quedaría raro usarla para el XVIII.
Al final he escogido paredes medievales, por lo que podemos situar estas escenas en la parte medieval de la ciudad, en torno a la catedral de San Esteban:
Aquí volvemos a encontrarnos con Mozart, que se dirige a entregar su último encargo:
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