Escala en Buenos Aires

 

  El Endurance partió de Plymouth el 8 de agosto de 1914. Ha anclado en el puerto de Buenos Aires, donde espera un cargamento de perros desde Canadá y reclutar algunos hombres para completar la expedición. A la mañana siguiente de la primera noche anclados en el puerto, el carpintero Harry McNish descubre una gata en la cubierta. Debe haber subido la anoche anterior por la pasarela:

    McNish pregunta a Shackleton si la gata puede quedarse. El capitán acepta y la gata, bautizada como Señora Chippy, es admitida entre la tripulación para encargarse de las ratas:

   Por fin, llega el envío de unos setenta perros desde Canadá. Ya solo falta subirlos a bordo y cargar unos cuantos víveres más:

   El Endurance zarpa de Buenos Aires en dirección al mar de Wedell. Pero Wild descubre que hay un polizón a bordo: es el joven Perce Blackborow, oculto por su colega William Bakewell en su camarote. Los dos se encontraban en Buenos Aires porque habían perdido su barco cerca de Montevideo. Bakewell fue contratado para la expedición por su experiencia en el mar. Pero Blackborow les pareció demasiado joven y lo contrataron como ayudante del cocinero solo durante la escala. 

      Wild lleva a los dos hombres ante Shackleton. Éste está furioso: no esperaba este contratiempo antes de llegar a la Antártida. Shackleton avisa a Blackborow que si se quedan sin comida, él será el primero al que se coman. El chico tiembla, pues ha oído contar historias sobre marinos que recurrieron al canibalismo en naufragios. El resto de los marineros se ríe a carcajadas:

   Shackleton sonríe. Le ordena a Blackborow que friegue la cubierta: será ayudante del cocinero ¡El último miembro de la expedición ha sido contratado!