Atrapados en el hielo

  Agosto de 1915. El Endurance ha quedado atrapado por el hielo, en el mar de Wedell. En cubierta han aparecido algunas grietas. 

   Shackleton y Worsley intentan mantener la calma de la tripulación. Los siguientes días todos oyen el crujir del hielo. Parece que todo empeora:

   A mediados de octubre la amenaza del hielo aumenta. Atrapado por los hielos, el barco va a la deriva en dirección noroeste. Los marineros dan la alarma: el agua está entrando en las bodegas del Endurance. Worsley da orden de achicar con las bombas. Shackleton intenta mantener la calma explicando que, aunque llegase a hundirse, tienen medios para sobrevivir.

 Días después, el marinero Walter How informa de que es imposible achicar más: el agua del interior de las bodegas se ha helado.

Shackleton toma una decisión: descargar todo el material, los botes y los víveres en la banquisa.

También evacúan a los perros:

   El 21 de noviembre toda la tripulación, los perros y el material están fuera del barco. Nada de cuanto han hecho ha sido posible para salvar al Endurance. En estupefacto silencio, los 28 hombres que han llegado hasta la Antártida en busca de la aventura y del éxito contemplan como su barco cruje y chirría bajo la fuerza de los hielos. Los mástiles se van partiendo.

James Hurley, el fotógrafo de la expedición, retrata con su cámara el fatídico momento:

    Sin barco, sin haber podido pisar el continente, la Expedición Imperial Transantártica ha fracasado ¿Qué será ahora de los expedicionarios?