Los cuervos de la Torre de Londres son, junto con las joyas de la corona británica, el emblema más famoso de este monumento y uno de los más famosos de Gran Bretaña. La leyenda más difundida cuenta que si los cuervos desaparecen de la Torre, Gran Bretaña caerá. Por eso, cada uno tiene un ala cortada, para impedir que escapen. Pero ¿de dónde proviene la presencia de estas aves en la gran fortaleza londinense?
Los archivos sobre la Torre no registran la presencia de los cuervos allí, como animales cuidados por los guardias, antes de la era victoriana. Esto podría indicarnos que la leyenda surgió en el siglo XIX, época en la que el romanticismo se dedicó a recuperar figuras del pasado o a reinventar otras.
Pero el hecho de que no hubiese un cuidado y mantenimiento (registrado) de los cuervos, no quiere decir que no hubiese ya presencia de estos animales de forma espontánea y libre en la Torre si tenemos en cuenta que durante siglos fue un lugar de ejecuciones. Esto implicaba exposición y traslado constante de cadáveres, lo cual atrajo sin duda a numerosos cuervos allí, como veremos más adelante.
En realidad, los cuervos están estrechamente ligados a la historia de Gran Bretaña. Existían ya leyendas galesas acerca de cuervos relacionados con la Torre de Londres mucho antes de la era victoriana. Se hablaba en ellas de un rey legendario de Britania llamado Bran el Bendecido, tan legendario que ni Geoffrey de Monmouth lo registró en su Historia de los reyes de Britania. Este monarca guerrero, y gigante además, murió durante una batalla contra los irlandeses. Antes de morir, Bran ordenó a sus hombres que cortasen su cabeza y la enterrasen en la Colina Blanca, mirando hacia la Galia, para evitar invasiones en el futuro. Sobre esta colina, y la cabeza del rey gigante, construyó siglos después el rey Guillermo I el Conquistador la Torre de Londres.
Bran significa "cuervo" en galés. Así, de acuerdo con esta leyenda, la presencia de los cuervos en la Torre serían un recuerdo del valioso talismán que hay bajo ella. Los cuervos aparecen en numerosas leyendas celtas como elementos poderosos. Estaban asociados a la diosa Morrigan y se les atribuían propiedades mágicas. Relacionados con la muerte, por sus hábitos carroñeros, se creía que los cuervos eran emisarios de este mundo y el del más allá.
Siempre se ha oído la leyenda de que el rey Arturo murió en la batalla de Camlann y que fue luego trasladado a la isla de Avalon. Pero circuló durante siglos otra leyenda, por desgracia menos conocida que la anterior, que contaba que Arturo se convirtió en un cuervo tras su muerte. Esta podría ser otra de las raíces de la leyenda: proteger a los cuervos de la Torre porque cualquiera de ellos podría ser Arturo. Y si el gran rey de Gran Bretaña desaparece, Gran Bretaña también.
La huella celta está muy presente en el imaginario británico, pero la germana también. La cabeza de Bran no evitó la conquista romana ni la de los anglos y los sajones. Cuando estos llegaron a la isla trajeron también su religión, en la que Odín (Wotan para ellos) era el dios principal. Y recordemos que este dios tenía como símbolo al cuervo, por los dos cuervos que le seguían: Hugin y Munin.
Seguimos con la historia de los cuervos hasta casi mil años después de la invasión de anglos y sajones. La Torre de Londres destaca sobre todo por haber sido el escenario de numerosas ejecuciones. Dos reinas de Inglaterra fueron decapitadas allí. La más famosa de ellas fue Ana Bolena, la segunda esposa de Enrique VIII:
La ejecución tuvo lugar en 1536. Una crónica dice lo siguiente: "Incluso los cuervos de la Torre guardaron silencio y se quedaron quietos en las almenas, y miraron de manera inquietante la extraña escena".
Esto nos indica que ya había cuervos en la Torre en el siglo XVI, cosa que no es de extrañar si tenemos en cuenta lo que ya indicamos sobre su naturaleza carroñera.
Hasta el día de hoy, la leyenda de los cuervos ha seguido muy viva en la Torre y en toda Inglaterra. Los beefeaters, los famosos guardias que desde el siglo XVI custodian la Torre, los cuidan y alimentan. Los turistas siguen acudiendo a la fortaleza con el deseo de ver a estas aves tan valiosas y tan emblemáticas para Londres como el Big Ben:
Genial el Beefeater! Me encanta como te ha quedado. Super bien.
ResponderEliminarMuy chula la entrada
Gracias!
EliminarEl beefeater me costó elegir las piezas.
Saludos