Los funerales vikingos son otro elemento que la cultura popular ha difundido de entre lo que conocemos del mundo nórdico. Todos tenemos la imagen del guerrero muerto siendo colocado en un barco o barca y prendido fuego:
Imagen que añade además a doncellas y animales sacrificados para acompañar al difunto. Esta imagen proviene de la descripción del mercader árabe Ibn Fadlan acerca de un funeral vikingo que presenció en el Volga en el siglo X:
Pero un funeral así, tan vasto y pomposo, solo estaría reservado a un rey, jefe o un personaje de muy alto rango. Es decir, que la mayoría de los funerales vikingos no eran así, ni mucho menos.
Lo de dejar al barco o barca a la deriva mientras arde no se dio siempre. La arqueología ha demostrado que en muchas ocasiones el difunto y su barco eran enterrados:
En otros casos, se trataba solo de simples inhumaciones, tanto de hombres:
Como de mujeres:
Pero en todos los casos se seguía un mismo patrón: colocar junto al difunto sus posesiones. Es decir, tesoros, armas, joyas, piezas de valor, etc.
En el caso de esta entrada, estos vikingos despiden a un poderoso jarl:
Sus familiares, amigos, guerreros y sirvientes portan antorchas con las que prenden fuego a la barca funeraria:
Mientras la barca se aleja ardiendo, los vikingos ruegan a Odín que reciba el alma del jarl en el Valhalla y que le reserve un sitio en el banquete del más allá junto a otros bravos guerreros:
Gran escena.
ResponderEliminarGracias!
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