sábado, 29 de abril de 2023

Sin rumbo fijo

Hoy cambia un poco la cosa en el blog y dejamos la historia y las aventuras por un momento para hablar de un libro. Un libro muy especial porque está escrito por alguien muy especial: Sin rumbo fijo. Su autora, Carmen Martínez San Bernardino, lleva ligada a mí y a mi familia desde hace mucho tiempo. Tanto es así que, aunque conocemos a muchas Cármenes, cuando la nombramos en casa no hace falta decir "la de". 
  Sin rumbo fijo recoge numerosos microrrelatos, inspiraciones y demás escritos de Carmen. Un don, el de escribir, que ella ocultaba hasta que descubrí de casualidad el blog que creó hace tiempo y que podéis ver aquí



  Carmen se ha lanzado a publicarlos acompañados de los dibujos de Ana Fernández Encabo. El estilo minimalista y al mismo tiempo expresionista de estas ilustraciones complementan y adornan estos microrrelatos. Los envuelven en una magia extraña. Relatos y dibujos me dejan una sensación de paz, de sencillez, de armonía. Y si tengo en cuenta que tanto Carmen como Ana y yo estudiamos en el mismo colegio, quizá esa magia no sea tan extraña ¿Algo nos contagió a los tres tras esas vidrieras azules, la luz de espectáculos del salón de actos o el patio de arena?



 Carmen se sirve de una bella prosa poética, como Juan Ramón Jiménez, la mejor forma de expresar lo bello. Y para eso hay que tener la sensibilidad de Carmen. Porque ella es una poeta sin ninguna duda, pero no necesita viajar muy lejos para mostrarnos cosas, momentos, escenas... Todo cabe en sus poemas/microrrelatos porque ella sabe hacer que quepa.
 Así, nos habla de una mujer que fue bella y elegante hace tiempo ¿No es acaso lo que los escultores helenísticos quisieron mostrar o lo que la princesa trataba de decir en el cuento La bola de cristal? Nos habla también de un paseo con el perro, de cómo cambia el tiempo, de cuando cae la tarde ¡Cuántas sensaciones hay en todo ello! Heidi le decía al abuelo que las montañas cambiaban de color al atardecer ¿No está tocando lo que fuimos? ¿Será que despierta lo que perdimos? No el preguntarnos por qué el sol es rojo al ponerse, sino el que nos siga atrapando el contemplarlo así.
  Eso trata de transmitir en Pausa, donde sorprende en cómo algo tan rutinario como aparcar el coche puede dar lugar a descubrir muchas cosas. Solo si sabes descubrirlas.
  Hay mucho romanticismo imperecedero en ¿Por qué no un lunes? Hay una capacidad de observar en Crepúsculo y en Suspiro. Hay muchas cosas que están ahí aunque no se digan. Carmen sabe hacer que estén. Hay todo un lenguaje en ¿Una o dos tostadas? Y creo que el cine es también un invitado de honor en algunos de los rincones de este libro.
  Pero si tengo que elegir un microrrelato me quedo con Mi pino ¡Cuántas cosas hay ahí! Está el verano, pero no cualquier verano, sino el de los que tenemos la suerte de vivirlo en el campo, al pie de la sierra. Está el rincón de siempre, que es mucho más que un rincón. Y está ese pequeño mundo del que habla el padre de Fanny y Alexander. Sorprende que en algo tan breve haya tantas cosas.
  Me alegro de que Carmen nos haya mostrado todo esto, en algo que es sencillo y grande a la vez. Me alegro de que haya querido compartir su talento con todos nosotros. Su don oculto que ya no lo está, pues está ya junto a sus otros dones: la gran profe de francés que fue para mí y la gran persona que es.
Merci! Et félicitations à tous!


2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por tus palabras, tan bonitas y tan generosas. Enhorabuena también por tus publicaciones en este espacio.

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