Los dragones de la emperatriz Josefina son uno de los cuerpos del ejército napoleónico que más me gustan desde que conseguí hace años su correspondiente soldado de plomo.
La emperatriz Josefina, esposa de Napoleón, quedó impresionada por el desfile de estos jinetes el día de su presentación en París en 1806. El emperador se los ofreció como regalo para que formasen su guardia personal.
Los dragones de la emperatriz participaron en la Guerra de Independencia Española. En El 2 de mayo de Goya se puede ver a uno de ellos luchando con su sable en la parte derecha:
Para plasmarlos con Playmobil tenemos el torso de Napoleón que es idéntico a sus uniformes verdes y blancos. Para el casco nada mejor que un casco romano, el más parecido, y en el cual se inspiraron para su diseño (no olvidemos la admiración de Napoleón por el imperio romano).
El problema es encajarle los penachos. En muchos dioramas he visto que los pegan con diferentes materiales. Hasta que se pueda concebir uno más parecido, nos conformamos con lo que hay.
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