Uno de los sitios más visitados de Nuremberg es la casa de Durero, viejo conocido de Playmoguardian y el hijo más ilustre de la ciudad:
Se ha reconstruido el estudio del pintor para hacernos una idea de cómo sería en el pasado:
Durero pinta en su estudio, mientras su esposa, Agnes, ordena sus cuadros y grabados:
Me llama la atención con qué realismo plasmó Playmobil los tocados de las mujeres alemanas del siglo XVI:
Durero está pintando una liebre. Cuesta creer que el animal se quede quieto...
No era de extrañar... ¡La liebre salta del taburete y corre por el estudio!
Agnes consigue coger a la liebre y calmarla con una zanahoria.
Mientras, Durero le muestra a Lukas Paumgartner el boceto para la tabla central del retablo que le ha encargado. Paumgartner pretende donar el retablo a la iglesia de Santa Catalina:
Paumgartner quiere que Durero pinte a él y a su familia como donantes, en pequeño tamaño, en la parte inferior de la tabla. A Durero no le gusta esa forma de representarlos, al estilo medieval. Él prefiere las novedades que ha aprendido en Italia, pero el que paga manda...
Durero le enseña también algunos de sus grabados. Paumgartner se queda impresionado con El caballero, la muerte y el diablo:
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