"Era el 24 de diciembre, Nochebuena. Se respiraba el ambiente navideño y, en casa del Consejero de Sanidad, el señor Stahlbaum, María y Fritz esperaban ansiosos la llegada del Niño Jesús.
Acababa de llegar el señor Drosselmeier, consejero del Tribunal Supremo y padrino de los niños; un hombre pequeño y delgado, con muchas verrugas en la cara. Sobre el ojo derecho llevaba un gran parche negro. Pero con el ojo izquierdo veía todavía lo bastante bien como para poder construir preciosos juguetes, a los que era muy aficionado.
Por fin sonó la campanilla, las puertas se abrieron y los niños, al ver tanto esplendor, se quedaron paralizados y con la boca abierta.
Su padre y su madre se acercaron y les llevaron de la mano hasta el centro de la habitación, donde estaba el magnífico árbol de Navidad, lleno de manzanas doradas, almendras, peladillas y muchas otras golosinas."
E.T.A. Hoffmann
El Cascanueces
Un cuento muy bonito. ¡Qué bien quedan esas pelucas en las figuras! Es otra pieza inesperada y muy bien conseguida que le da a las figuras un aire muy de la época. Gracias por compartirlo. Un saludo
ResponderEliminarSin duda. Muchas gracias, Jose. Otra aportación al espíritu navideño.
ResponderEliminarUn saludo