Todos los vikingos de las frías tierras del norte se preparan para el Yule: el solsticio de invierno nórdico.
Las doncellas de Frigg se reúnen en torno al fuego, junto a los fieles. Con las hogueras intentan ayudar a Thor a que venza a las tinieblas y permita que el sol vuelva a reinar:
El godi (sacerdote) eleva una plegaria a Thor para que vuelva el buen tiempo. Para que la luz venza a las tinieblas. En la misma plegaria se recuerda a Balder, con el deseo de que regrese tras el Ragnarok
El godi (sacerdote) eleva una plegaria a Thor para que vuelva el buen tiempo. Para que la luz venza a las tinieblas. En la misma plegaria se recuerda a Balder, con el deseo de que regrese tras el Ragnarok
Después, se realiza el sacrificio: una cabra, el animal consagrado a Thor. Con su sangre regarán los abetos, símbolo de la eternidad y adornarán sus casas y salones con acebo, en recuerdo del sacrificio.
Con la llegada del cristianismo, la fiesta de Yule se convirtió en la Navidad. Y el ritual de la luz en medio de las tinieblas se convirtió en el día de Santa Lucía, que se conmemora hoy:
¡Hay que ver lo que te gusta la Navidad! Me encanta como lo relacionas con las tradiciones “paganas”. Si es que tenemos muchas más cosas heredadas de los vikingos de lo que creemos. Y de los judíos y de los árabes... Muchas gracias por compartirlo. Un saludo.
ResponderEliminarSin duda. Si jaja la Navidad es mi fiesta favorita. Y aunque la vivía más intensamente de pequeño siempre queda la ilusión 😊🎅🌲❄⛄ Claro!
ResponderEliminarLa huella vikinga en la Navidad es enorme. Precisamente hoy en Suecia sus descendientes estarán cantando y encendiendo velas bajo la nieve.
Una herencia valiosisima
Gracias como siempre
Saludos