En algunos países es el propio Niño Jesús quien se encarga de repartir los esperados presentes. En Alemania encontramos a Christkind, literalmente “Niño Cristo”.
Esta figura fue una creación de Martín Lutero. El padre de la Reforma protestante manifestó su oposición a Sankt Niklaus por las raíces paganas del personaje y por considerarlo una forma de idolatría. Quiso reforzar la pureza y bases cristianas de la fiesta de la Navidad y para ello difundió la imagen del Niño Jesús, el protagonista de la fiesta, como único emisario de la Navidad.De acuerdo con el pensamiento de Lutero, Jesús es la fuente de todo bien y mediante los presentes que entrega a los niños les indica el camino a seguir.
Paradójicamente a lo que deseaba Lutero, la fiesta de Christkind tuvo una gran acogida en Baviera, es decir, la Alemania católica. Con el tiempo, Christkind fue evolucionando en cuanto a su aspecto: la imagen se transformó en un niño con alas, alejándose del Niño original.
Es posible que esta imagen cambiase intencionadamente para impedir que el culto a Cristo como niño cayese en una "vulgarización". Por otro lado, el adjudicar al propio Niño Jesús el papel de repartidor de regalos ayudaría a la intención protestante de apartar los orígenes paganos de la Navidad.
Christkind pasó más tarde de ser un niño con alas a una
hermosa doncella coronada. La evolución hacia la doncella puede deberse a la
recuperación de otro elemento pagano: Freya, la diosa nórdica de la fertilidad
y el amor.
Freya pudo influir en la actual imagen de Christkind como un residuo de paganismo nórdico recuperado. Y es que en esta doncella
coronada, de largos cabellos rubios, que se pasea por los festivales, grandes
almacenes y mercadillos navideños de Alemania hay ya muy poco del Niño Jesús…
Para conciliar la tradición de Sankt Niklaus y la de Christkind se cuenta a veces que éste
guía a aquel en su labor cada Nochebuena. Así aparece representado en varias
ilustraciones y estampas, abriendo camino al santo obispo con una vela, un
farol o con la propia luz que emana de él.
El Niño Jesús como repartidor está presente también
en la tradición navideña de Austria, República Checa, Portugal, la parte norte
de Italia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Croacia y Liechtenstein. En el caso
de la República Checa la costumbre proviene de la devoción que ha tenido una estatuilla
del Niño Jesús (Jezisek) en Praga
desde 1628.
Como en el caso de Papá Noel, Jezisek tiene su propia oficina de correos. Esta se encuentra en la
aldea de Bozí Dar, en los Montes Metálicos, casi en la frontera con Alemania.
Cada año, los encargados del correo de la oficina reciben miles de cartas
dirigidas a Jezisek, no solo desde la
República Checa, sino de varios puntos de Europa, América y Asia.
Temporada de belenes, y es bueno y bonito conocer tradiciones
ResponderEliminarEfectivamente, Antonio. Gracias por tu comentario, sé que la Navidad pasada seguiste también estas entradas navideñas :)
ResponderEliminarLos belenes de Playmobil arrasan por toda España. Esperemos que esta moda no acabe.
Saludos
Muy interesante, sobre todo la conexión con Freya. Desconocía por completo esta tradición, pero parece que todas estas costumbres tienen un nexo común en algún sitio y que las hemos ido incorporando a nuestra cultura. Gracias por compartirlo. Un saludo
ResponderEliminarSin duda y eso es precisamente lo interesante. Creo que las tradiciones son un tesoro muy valioso que hay que preservar por muchas razones.
ResponderEliminarGracias
Saludos