En Italia Papá Noel recibe el nombre de Babbo
Natale y se encuentra en competencia con otro personaje navideño: la bruja
Befana.
Befana es presentada siempre como una bruja que vuela sobre una
escoba y visita a los niños la noche del cinco de enero para entregarles regalos y
caramelos, al igual que los Reyes Magos. Como estos, también puede traer carbón
para los niños que han sido malos durante el año.
La tradición cuenta que
Befana era una anciana a la que los Reyes Magos encontraron de camino a Belén.
Los monarcas interrogaron a Befana sobre el paradero del Niño Jesús y tras
indicárselo, le pidieron que les acompañase. La anciana rechazó el
ofrecimiento, pero más tarde se arrepintió. Preparó una cesta con dulces para
el Niño Jesús, pero no lo encontró. Así, fue entregando dulces a cada niño que
encontraba, esperando que alguno de ellos fuera el Redentor. De este modo,
quedó fijada su labor de repartir presentes.
Posiblemente sus orígenes se remontan a la diosa Ceres, protectora de los agricultores y de la fertilidad de los campos, a los cuales enriquecía con su cornucopia, repartiendo dones.
También se relaciona con el fin del año viejo y el comienzo del año nuevo.
Aunque es llamada "bruja" y lleva escoba, Befana es ante todo una venerable anciana, muy querida por los niños de Italia, que cada cinco de enero la esperan impacientes.
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