En este 2019 se conmemoran (sí, es un año cargado de conmemoraciones) los cincuenta años de la llegada del hombre a la luna.
La hazaña de Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin a bordo del Apolo 11 cambió la historia para siempre aquel 20 de julio de 1969. Para EEUU fue la victoria sobre la URSS en la carrera espacial. Para Nixon fue más que una victoria (los años del Watergate todavía no habían asomado...). Para la URSS fue una derrota. Para la humanidad fue una respuesta: hemos conquistado toda la Tierra y ahora es posible lanzarnos a explorar el espacio.
La misión del Apolo 11 convirtió a Armstrong en un nuevo Colón, con su famosa frase: "Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran paso para la humanidad". Como el almirante genovés, los astronautas se habían lanzado hacia donde nunca antes se había lanzado nadie. Llegar a la luna había sido hasta entonces una fantasía... aunque no tan disparatada si conocemos los antecedentes.
No me refiero a los experimentos llevados a cabo a un lado y otro del telón de acero en aquellos tiempos de la Guerra Fría, sino a De la Tierra a la luna de Julio Verne:
104 años antes de que los tres astronautas despegasen hacia la luna, otros tres viajeros (dos americanos y un francés) lo hacían en la ficción. No era un cohete espacial, sino una bala de cañón gigante disparada a una enorme velocidad. Pero además del número de astronautas, había más coincidencias:
- En la novela, la bala-cohete se llama Columbiad, muy parecido al módulo del Apolo 11: Columbia.
- Las medidas del Columbiad y del Apolo 11 eran muy similares.
- En la novela, la bala-cohete despega muy cerca de Cabo Cañaveral (Florida), lugar del que despegó el Apolo 11.
- Uno de los tripulantes se apellida Ardan, que es un anagrama de Nadar, fotógrafo y amigo de Verne. Otro se apellida Nicholl ¿anagrama de Collins, uno de los astronautas del Apolo 11?
- La bala-cohete de la novela tardó en llegar a la luna 4 días y una hora. El Apolo 11 lo hizo en 4 días.
- La bala-cohete de la novela aterrizó a su regreso en el océano Pacífico a solo 4 kilómetros de donde lo hizo el Apolo 11.
Verne tuvo que tener una imaginación desbordante (y sorprendente) y al mismo tiempo un conocimiento enorme de física para desarrollar una aventura tan parecida a la que tuvo lugar 104 años después.
Pero hubo otro viajero que consiguió aterrizar en la luna antes que Armstrong: Tintín.
Era 1953 y el viaje a la luna era todavía una fantasía. Aunque no fueran tres astronautas americanos sino seis belgas y el despegue fuera desde el país imaginario de Syldavia, Aterrizaje en la luna nos mostraba el primer viaje a la luna, con una equipación totalmente moderna ¡16 años antes del Apolo 11!
Los tripulantes del Apolo 11 hicieron que las historias de Verne y de Tintín fuesen una realidad. Ya no llevaban morriones ni navegaban en carabelas, pero aquellos astronautas se lanzaron a lo desconocido como los conquistadores del pasado, hacia la aventura de las estrellas.
Desconocía la influencia de Verne en Tintín. Con este blog siempre aprendemos!!
ResponderEliminarMuchas gracias como siempre ;)
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