Hoy vengo a hablar de un rey visigodo que, aunque no lo parezca, está de actualidad, al menos para el pueblo burgalés de Pampliega: el rey Wamba.
Wamba fue el vigesimonoveno rey godo de España. Siempre lo he visto como el Claudio español, es decir, un hombre de avanzada edad que no deseaba ser rey, pero que fue obligado a la fuerza. Proclamado rey contra su voluntad en el pueblo vallisoletano de Gérticos (actual Wamba, el único municipio de España con w) en el año 672, tras la muerte de Recesvinto, fue sin embargo un monarca capacitado y buen gobernante.
Pero como todos los monarcas godos tuvo que enfrentarse al gran mal de este pueblo: el morbo gothorum, las conspiraciones palaciegas. Los godos habían heredado, por desgracia, esta mala costumbre de los emperadores romanos, manejados por la guardia pretoriana y ciertos senadores, especialmente a partir del siglo III. Y así, en 680, unos conspiradores urdieron un complot contra Wamba en Toledo: le dieron un narcótico, se durmió y mientras, aprovecharon para tonsurarle y vestirle un hábito de monje. A la mañana siguiente apareció convertido en clérigo: ya no podía ser rey. Ervigio, pariente de Recesvinto, fue proclamado nuevo rey y Wamba fue desterrado al monasterio de San Vicente de Pampliega.
Hay quienes dicen que fue el propio Wamba quien aceptó la tonsura para poder dejar el cargo que tanto odiaba, pues prefería la tranquilidad de la vida monástica. Más o menos lo que le ocurrió al papa Celestino V, que como Wamba había sido obligado a ser pontífice contra su voluntad y tras solo cinco meses de pontificado renunció voluntariamente (1294). Él y Benedicto XVI son los únicos papas que han renunciado voluntariamente al trono de San Pedro, ya que Gregorio XII, que también abdicó, lo hizo obligado por el Concilio de Constanza (1414-1418).
Sea como sea, el caso es que Wamba vivió feliz en Pampliega, lejos de los complots cortesanos, y se ganó el cariño de los pampliegueños, que, incluso mucho tiempo después de su muerte en 688, siguieron teniéndolo por su verdadero rey. Con la muerte de Wamba moría también el esplendor del reino visigodo. La decadencia no dejaría reyes destacables hasta su último monarca, Don Rodrigo.
Ahora, 1400 años después, el rey Wamba resurge en la actualidad española. Y la razón es que Pampliega reclama los restos de su querido monarca. Pero ¿dónde descansa este rey que no quería ser rey? A su muerte fue enterrado en el mismo monasterio de San Vicente (hoy desaparecido) hasta que en el siglo XIII Alfonso X el Sabio lo trasladó a la iglesia de Santa Leocadia de Toledo. Durante la Guerra de Independencia, los franceses, que tuvieron entre otros pasatiempos el de profanar las tumbas de nuestros reyes, no contentos con profanar las de los suyos (salvo la del gran Enrique IV, pero eso es otra historia...), removieron los restos de Wamba. En 1845 fue una vez más removido por orden de Isabel II para ser trasladado a la catedral toledana, donde descansa hoy junto a los de Recesvinto en una arqueta.
Los habitantes de Pampliega siguen reclamando a su rey. Con un montón de cosas dedicadas a él solo faltan sus restos, lo que haría de Pampliega la localidad más pequeña donde reposa un monarca español (si exceptuamos la tumba del rey Aurelio de Asturias, pero eso es también otra historia que contaré en otra ocasión...). Y así, se cumpliría la voluntad de Wamba de descansar en paz en el lugar donde consiguió vivir feliz al final de su vida.
Inauguración de la estatua del rey Wamba en la localidad vallisoletana del mismo nombre en 2009. Visité Wamba un año antes, por lo que no pude verla. Firmada su "alianza" con Pampliega, también Wamba se está volcando en reivindicar al viejo monarca.
El arzobispado de Toledo quiere esquivar este balón de su tejado y se lo echa al ministerio de Cultura, pero éste sostiene que es cosa del arzobispado. Parece que ninguno de ellos quiere molestarse con la tumba del viejo rey, sin embargo parecen más interesados en la del general Franco...
El ministerio dice haber informado a la Zarzuela, pero parece que todo vuelve al arzobispado. Y entre medias aparece una mujer cuyo nombre nadie revela que dice ser descendiente del rey Wamba ¿Una locura novelesca? También dicen que la reina Letizia es descendiente del rey Alfonso V de León, lo que la convertiría en pariente lejana de su propio esposo... Porque efectivamente, sí, hay descendientes de reyes que no forman parte de la familia real, y que descienden por líneas de sobrinos o directamente de bastardos. Sin ir más lejos, Iñigo Méndez de Vigo, el ex-ministro de Educación y Cultura, es primo lejano de Felipe VI. Otra cosa es que esa supuesta descendiente de Wamba lo sea realmente...
Así, Pampliega sigue esperando el regreso de su rey. Mis agradecimientos a nuestros colegas de Menudas historias de gente menuda por haberme acercado sin querer a esta historia.
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