Siguiendo con la huella finesa en la obra de Tolkien llegamos a la figura de Vainamoinen, protagonista del Kalevala y creador del universo.
Vainamoinen controla buena parte de lo que acontece en el mundo mediante su kantele: al tocarlo hace y deshace muchas cosas. Igual que Ilúvatar mandó tocar música a los Ainur para crear la Tierra Media. Es decir, como Vainamoinen, Ilúvatar y Gandalf se sirven del poder de las palabras para sus cometidos. Esto fascinaba realmente a Tolkien.
El Sampo, el molino sagrado del que habla el Kalevala equivale al anillo de Sauron: un objeto único codiciado por todos. El Sampo era como el cuerno de la abundancia, pues era inagotable. Pero además de su similitud con el anillo único hay que destacar que su carácter mágico parte precisamente de que se trata de un molino. Es decir, algo totalmente inédito para los fineses que compusieron el Kalevala, cuando salían de su pasado paleolítico y nómada e iban entrando en el Neolítico.
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