Varias entradas tratando el tema de los vikingos y no había dedicado ninguna a su aventura en América, excepto la mención que hice en The Vikings, Peoples of the Past y en aquel libro alemán.
La primera vez que me sumergí en este tema fue mediante la serie de Érase una vez los exploradores, donde descubrí que los vikingos habían llegado ya a América 500 años antes que Colón. Luego a través de las aventuras del Príncipe Valiente, aunque además de ser ficción, se sitúan 500 años antes de Erik el Rojo.
Fue precisamente Leif Erikson, el hijo de Erik, el que desembarcó por primera vez en América, a la que los vikingos llamaron Vinland ("Tierra de pastos" y no "Tierra del vino", como se traduce a veces), que es la actual Terranova. Pero ya unos años antes, otro navegante vikingo, Bjarni Herjolfsson, había avistado la costa de Terranova sin desembarcar.
Tras el regreso de Leif y sus hermanos a Groenlandia, fue Thorfin Karsefni, su cuñado, junto a unos 160 compañeros, quienes se instalaron en Vinland.
Thorfin es optimista y desea ampliar las exploraciones de Leif y sus hermanos en esta tierra desconocida. Los indios sckraelings han resultado ser bastante hostiles, pero los beothuks son pacíficos y han logrado comerciar con ellos:
Carne, pescado, pieles, armas, telas... todos estos productos son de interés para ambas partes. A los beothuks les interesa sobre todo el metal:
Un tema muy interesante. Durante bastante tiempo fue puesto en duda que los Vikingos hubiesen llegado a América y que lo narrado en las sagas fuera cierto. Parece que fue tras el hallazgo en los 60 de muchos restos arqueológicos, cuando se empezó a tomar realmente en serio. A diferencia de Groenlandia, la existencia de nativos hizo poco sostenible una colonia permanente. Por muy buenas que fueran las relaciones iniciales, la lucha por territorio tuvo que darse en algún momento, y en esa época el desarrollo tecnológico europeo no era lo suficientemente moderno para poder compensar la superioridad de la población autóctona. Otro gallo cantaría 500 años después. Lo de Vinland también tiene su punto, desde tierra de vino, tierra de bayas, tierra de pastos…. Me los puedo imaginar llegando a las costas, hombres, mujeres y niños montando un campamento, haciendo cabañas, cazando y explorando. Supongo que creerían que era un paraíso (caza y pesca abundante, tierra fértil, madera abundante…), hasta que se cruzaron con el primer “piel roja”. No hace mucho, hicimos un pequeño diorama de prueba al respecto, pero que no verá la luz. Gracias por compartirlo. Un saludo.
ResponderEliminarPues gracias por el comentario y siento que no veamos ese diorama...
ResponderEliminarSaludos