En el siglo XIII dos casas reales se disputan el trono del Sacro Imperio Romano Germánico: la de Welf, conocida por sus partidarios italianos como güelfos (guelfi) y la de Hohenstaufen, conocida como gibelinos (ghibellini, por el señorío de la familia: el castillo de Waiblingen). En Italia, como parte de los territorios del imperio (prácticamente la mitad norte de la península) la disputa entrará también dentro de la lucha de los dos poderes: los partidarios del papa (güelfos) y los del emperador (gibelinos).
El resto de Europa tomará partido por uno u otro bando según convenga a sus intereses. Así, Inglaterra apoyará a los güelfos para asentar a Ricardo de Cornualles en el trono imperial, lo mismo que Castilla lo hará con los gibelinos para apoyar la candidatura de Alfonso X.
Aquí tenemos a los güelfos:
He tirado de heráldica de hace unos años, pues la reciente me parece cada vez peor. He usado las tres versiones del yelmo encerrado que ha sacado Playmobil. Como se puede observar, a muchos obispos no les tiembla la mano para entrar en batalla:
Y, a continuación, los gibelinos:
El destino del imperio está en juego.
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