Aunque no alcanzó la fama de otras novelas de Julio Verne, Robur el conquistador es una de sus obras más interesantes a nivel tecnológico y futurista. En ella están ya las bases del helicóptero y el mundo de la aviación, que llegarían cien años después.
En la novela, el ingeniero Robur, un misterioso personaje, asegura haber inventado un vehículo más pesado que el aire con el que puede volar. Se trata del Albatros: un barco propulsado por hélices que es capaz de surcar los cielos.
Robur es al aire lo que el capitán Nemo es al mar. Pero es un personaje mucho más inquietante y oscuro que el capitán del Nautilus. Robur defiende una idea: aquel que controle la tecnología podrá conquistar el mundo. Sus sueños de grandeza volverán a resurgir en otra novela de Verne: Dueño del mundo.
Robur el conquistador es sin duda una de las historias que más ha influido en configurar el género steampunk: un subgénero de ciencia-ficción que se ha difundido mucho en los últimos años. Creo que el steampunk es bastante interesante, pero siempre que no se exagere con una estética recargada de engranajes y tubos oxidados, como por desgracia suele pasar...
El gorro de piloto aporta mucho a ese mundo aventurero del final de la época victoriana. Ha sido un acierto por parte de los sobres de Playmobil:
Echemos un vistazo a la tripulación del megalómano Robur. He intentado que tengan ese aspecto de los marineros de los grabados de Verne junto con la idea de que son marineros del aire:
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