Mucho antes de que James Cook y Rosendo Porlier se adentrasen en el océano Antártico, fue un almirante español, Gabriel de Castilla, quien divisó las costas de la Antártida.
Mar de Hoces, 1603. El virrey de Perú, Luis de Velasco y Castilla, encomienda a su primo Gabriel, natural de Palencia, una misión en nombre del rey Felipe III: detectar la presencia de corsarios holandeses en el cabo de Hornos, de monopolio español. Gabriel de Castilla zarpa del puerto de Valparaíso con un galeón, el Jesús María, y dos naves: la Nuestra Señora de la Visitación y la Nuestra Señora de las Mercedes.
Aunque la flota sigue una ruta sur-sureste, una tormenta desvía a los barcos hacia el sur. A bordo, los marineros y soldados comienzan a notar la bajada de la temperatura. Han alcanzado los 64º latitud sur:
Se oye una voz desde el Jesús María: ¡Tierra a la vista! Pero ¡tierras de hielo!
El holandés Laurenz Claesz, leal a la Corona, a las órdenes de Gabriel de Castilla, cuenta su testimonio: "Y estuvo en marzo en los 64 grados y allí tuvieron mucha nieve".
Otro documento atestigua: "A los 64 grados de latitud sur hay tierra muy alta y montañosa, cubierta de nieve, como el país de Noruega, toda blanca".
Gabriel de Castilla contempla esa tierra de nieve desconocida a través de su catalejo ¿Qué nueva tierra es esta? ¿Será tal vez la rebuscada Terra Australis Incognita?
La expedición de Gabriel de Castilla regresó a Chile al mes siguiente. Aquí, mi homenaje en dibujo:
En 1989 se instaló la base antártica española Gabriel de Castilla, en la Isla Decepción (en las Islas Shetland del Sur) en su honor. Esta base militar y científica, gestionada por el Ejército de Tierra y por el Comité Polar Español, solo opera durante el verano austral:
Genial como siempre. no dejo de aprender cosas con tu blog.
ResponderEliminarPor cierto llevo tiempo buscando ese cuello, que es genial para todo el siglo XVII y no hay manera. Un abrazo
Gracias a vosotros. La historia de España sigue siendo un terreno poco explorado.
EliminarPues ese cuello lo conseguí en uno de esos mercadillos de Playmobil y otros juguetes que celebran en Madrid. Lo conseguí suelto, así que no sé de qué referencia será. Es verdad que queda genial para esa época.
Un abrazo igualmente
Me gusta la imagen en las que salen todos los personajes a bordo del navío y uno de ellos mirando por el catalejo.
ResponderEliminarEstamos tan acostumbrados a que los barcos de playmobil embarquen principalmente piratas que cuando esto no es así, nos sorprende.
Gracias!! Eso es algo que también observaba yo hace tiempo. Aparte de la goleta no habían sacado barcos que no fueran de piratas. Y yo decía: la de cosas que se podrían hacer sin que sean piratas!
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