sábado, 22 de enero de 2022

El sanador de Siberia

 

  Palacio de Tsárkoye Selo, cerca de San Petersburgo, 1907. El zarevich Alexei, único hijo varón y heredero del zar Nicolás II y de la zarina Alejandra, padece de hemofilia y acaba de sufrir un pequeño accidente jugando. Pero para el pequeño zarevich una simple caída supone una hemorragia interna muy grave. El doctor Botkin, médico de la familia imperial, informa a los preocupados padres:



  El zarevich padece un gran hinchazón en la ingle por la hemorragia interna. Ha alcanzado los 42º de fiebre y sufre enormes dolores. El doctor ha consultado a otros médicos, pero ninguno puede hacer nada. Todos saben que la hemofilia es incurable.



    El zar y la zarina están desesperados. Nicolás II intenta calmar a su esposa, pero esta solo ve una solución: llamar al padre Grigori.



   ¡El padre Grigori! ¡Rasputín! El zar tiembla: ha oído hablar de ese misterioso monje siberiano. Dicen que es un místico, un staretz, un sanador milagroso. Pero otros dicen que no es más que un embaucador, un estafador. Desesperado, el zar da orden de llamarlo.
   Días después, Rasputín se presenta en Tsárkoye Selo:



   El staretz tiene un aspecto siniestro, todo vestido de negro, con su larga barba y unos ojos terribles, que impactan:


   Rasputín se inclina ante el zar y especialmente ante la zarina. Alejandra cree que solo este monje siberiano podrá salvar a su hijo:



     Ni Nicolás ni Alejandra sospechan que con la llegada de Rasputín a la corte el camino hacia la catástrofe no ha hecho más que empezar...


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Tendrá que esperar a que compre algún gorro de piel jeje pero mientras tanto tengo otras entradas sobre Rusia listas, aunque de otra época.
      Gracias!

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