Amundsen fracasa y muere en su intento de socorrer a Nobile y a sus hombres. El 24 de junio, los expedicionarios de la tienda roja avistan un avión sobrevolando su zona. Es el teniente sueco Einar Lundborg, pues Suecia ha recibido también el SOS.
Tras aterrizar, Lundborg se presenta ante Nobile:
Nobile había trazado un plan de rescate para cuando la ayuda llegase: evacuar primero a los heridos y luego al resto, ocupando él el último lugar, al igual que el capitán es el último en abandonar el barco. Pero las órdenes que ha recibido Lundborg son otras: debe llevarse con él, en primer lugar, a Nobile.
Nobile se niega. Lundborg explica que la razón es que sus superiores sostienen que la presencia de Nobile será imprescindible para coordinar las operaciones de salvamento. El general se niega de nuevo, pero tras varias discusiones acaba cediendo.
El avión sueco parte con Nobile y Lundborg a bordo. El general jura a sus hombres que volverá a por ellos. Vuelan hasta la base sueca de la isla de Ryss. Desde allí, Nobile es trasladado al Cittá di Milano.
Echa en cara al capitán Romagna su incompetencia y exige llevar a cabo un plan de rescate. Romagna se opone y arresta a Nobile. Además, el capitán comienza a difundir la idea de que el general pidió ser evacuado en primer lugar.
Mientras tanto, Lundborg regresa a la tienda roja. Solo puede evacuar a un hombre en cada viaje. Cuando se dispone a aterrizar para llevar consigo al segundo, el avión pierde fuerza y cae en picado cerca de la tienda roja. Lundborg sale ileso y se une a los expedicionarios:
Aunque Nobile ya no puede regresar a rescatarlos, las búsquedas continúan. La situación de los expedicionarios empeora. Sin apenas víveres, se une el hecho de que la banquisa sigue desplazándose.
El 6 de julio, un avión sueco aterriza y se lleva consigo a Lundborg. El 12 de julio, el rompehielos soviético Krasin divisa a dos hombres sobre la banquisa. Son Mariano y Zappi, los hombres que Nobile envió en busca de ayuda. Malmgren murió.
Más tarde, el Krasin avista la tienda roja y a sus cuatro ocupantes. Tras dos meses perdidos en el hielo están salvados.
La historia no termina igual de bien que la de Shackleton, pues no todos los expedicionarios se salvaron. La carrera de Nobile quedó destrozada. Pero logró firmar una página más en el libro de la gran aventura de los polos.
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