viernes, 11 de junio de 2021

¡Rescatados!

  Shackleton, Worsley y Crean atraviesan Georgia del Sur para intentar llegar a pie hasta la factoría ballenera noruega de Stormness, en la costa oriental de la isla. A pesar de estar cansados tras la dura travesía desde la Isla Elefante, los tres expedicionarios avanzan rápido, entre rocas y glaciares:


   Por fin, divisan la factoría ballenera. Ha sido una dura escalada. Están al límite de sus fuerzas. Tiempo después, los tres contaron que sintieron la misma sensación: alguien más estaba caminando a su lado.


  Los balleneros noruegos de Stormness se quedan sorprendidos al ver a estos tres hombres tiritando y cubiertos de nieve. Thoralf Sorlle, el jefe de la factoría, les da la bienvenida:





    Una vez aseados y entrados en calor, Sorlle les sirve un té. Los expedicionarios se sorprenden al enterarse de que la guerra en Europa continúa: pensaban que solo duraría hasta la Navidad de 1914. 


   Ahora lo que importa es traer a los tres marineros que quedaron acampados en la cala. Sorlle da orden a sus hombres de traerlos en el ballenero Samson. Reunidos los seis expedicionarios, Shackleton parte a las Islas Falkland (Malvinas) para buscar un barco con el que rescatar a sus hombres de la Isla Elefante. En Port Stanley, capital de las Falkland, recibe un telegrama del rey Jorge V:

"Encantado de saber que llegó sano y salvo a las Islas Falkland. Espero que sus camaradas de la Isla Elefante sean pronto socorridos".


 Sabiendo que Gran Bretaña no podrá organizar una expedición para rescatarlos, al estar inmersos en la guerra, Shackleton envía telegramas de socorro a otros países. Uruguay acepta, pero su barco no logra atravesar el hielo. Shackleton se traslada a Punta Arenas, en el extremo sur de Chile. Los habitantes británicos le prestan la goleta Emma, pero tampoco es capaz de atravesar los bloques. 
    Shackleton contacta con el piloto chileno Luis Pardo. Este acepta llevar a cabo la operación de rescate con el rompehielos Yelcho:


 Sorteando los icebergs, el Yelcho atraviesa el mar de Wedell. El 30 de agosto avistan finalmente la Isla Elefante:


   El Yelcho se aproxima a la isla. En la costa divisan varias figuras: son sus compañeros, los intrépidos hombres del Endurance. Nervioso y emocionado, Shackleton observa la costa con sus prismáticos: ... 20, 21... ¡y 22! ¡Están todos! ¡Han sobrevivido todos! Los expedicionarios gritan emocionados desde la costa:






   Shackleton abraza a sus hombres. Lo han conseguido. No han logrado atravesar la Antártida, pero han sobrevivido al desafío del imperio del hielo. Shackleton y los expedicionarios han convertido una derrota en una victoria. Han cumplido el lema: "Si resistimos, vencemos".
    A su regreso a Inglaterra, Shackleton es condecorado con la medalla de oro de Royal Geographical Society. Su hazaña forma ya parte de la historia de los Polos y dio lugar a esta frase:

     PARA LA DIRECCIÓN CIENTÍFICA LLAMAD A SCOTT. PARA UNA EXPEDICIÓN RÁPIDA Y EFICAZ, LLAMAD A AMUNDSEN. PERO CUANDO ESTÉIS EN UNA SITUACIÓN DESESPERADA, CUANDO PAREZCA QUE NO EXISTE SALIDA, ARRODILLAOS Y REZAD PARA QUE VENGA SHACKLETON.
  











2 comentarios:

  1. Una serie de entradas espectacular, gran trabajo !

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    1. Era una deuda que tenía con Shackleton y su impresionante historia.
      Gracias!

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