miércoles, 30 de abril de 2025

Comienza el cónclave

  Tras la muerte del papa Francisco, la Iglesia católica inicia su período de sede vacante. 


    El gobierno en funciones es ejercido por el camarlengo: el irlandés Kevin Farrell. El pasado lunes día 28 de abril se anunció que el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco comenzará el miércoles día 7 de mayo. Durante estos días, los cardenales participantes han tenido varias reuniones. Es el cónclave con más participantes de la historia y, por ello, algunos cardenales no se conocen entre sí. Todos han de estar informado de quiénes integran el colegio cardenalicio a la hora de elegir al sucesor para la silla de San Pedro.


    Los cardenales han sido interrogados estos días por los periodistas desde el funeral del papa. Debe ser muy frustrante para ellos no poder lograr una noticia tan buscada como esta. Más aún teniendo que adaptarse a un costumbre medieval, tan lejana de su maravilloso mundo posmoderno, urbanita y dependiente de la electricidad ¡Cuánto deben de sufrir al saber que tendrán que enterarse al mismo tiempo que el resto de los mortales de qué nombre pronunciará el cardenal protodiácono (el cardenal Dominique Mamberti) cuando salga al balcón de la basílica de San Pedro!


    Tan obsesionados están que creen que la Iglesia se guía por los mismos parámetros que la política: "¿De qué tendencia cree que será el nuevo papa? ¿Conservador o progresista?". Lo que es cierto es que nunca sale elegido ningún cardenal que esté en las quinielas de periodistas y supuestos "expertos" que llenan los platós de televisión. Ni el papa Francisco estaba en ninguna quiniela en aquel marzo de 2013. Cada cual tiene el cardenal que querría que eligieran, pero resulta completamente imposible adivinar quién será. Lo siento, periodistas. Lo que es seguro es que estamos ante un momento histórico.
    Los micrófonos se han avivado también estos días por la polémica del cardenal Angelo Becciu, apartado por el papa Francisco por corrupción. Estaba excluido de votar en el cónclave, pero estos días pasados amenazó con incumplir la voluntad del papa. Finalmente, Becciu ha accedido a no participar. 


        Bajo la bóveda pintada por Miguel Ángel, los cardenales deberán elegir al sucesor de Francisco. A partir del día 7, se celebrarán dos reuniones por la mañana y dos por la tarde. En ellas, a puerta cerrada (estrictamente cerrada), los cardenales votarán.





     El candidato ganador deberá tener 2/3 del total de los votos. Si no lo consigue, la votación se considera insuficiente y los votos se queman. El humo de estos será negro. Esto indicará a los fieles que el pontífice todavía no ha sido elegido.




     El cónclave más largo de la historia tuvo lugar en el siglo XIII, entre 1268 y 1271. Tuvo lugar en Viterbo, ciudad donde había fallecido el papa Clemente IV. La indecisión de los cardenales provocó el descontento de las autoridades de la ciudad, que aislaron a estos con llave ("con clave", de ahí el nombre) y redujeron su comida hasta que no eligieran al nuevo papa. Al final, el elegido fue Teobaldo Visconti, que se encontraba en Tierra Santa. El nuevo papa tomó el nombre de Gregorio X y reformó el sistema de elección papal para que no volviera a producirse un cónclave como el de Viterbo.


    Una vez elegido al candidato con 2/3, se queman los votos y esta vez se produce la fumata blanca: el papa ya ha sido elegido. Tras elegir su nuevo nombre y recibir la pleitesía de los cardenales, el nuevo pontífice espera mientras el cardenal protodiácono anuncia su elección en el balcón. Lo hace mediante la fórmula: 

Anunnuntio vobis gaudium magnum.
Habemus papam.

 "Os anuncio un gran júbilo: tenemos papa". 



    Dentro de unos días, volveremos a ver esa escena histórica. Pero, por ahora, con pocos días para que comience el cónclave, tan solo hay una única cuestión: ¿Quién calzará las sandalias del pescador?








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