Gloriosa es la Tierra,
glorioso es el cielo de Dios,
hermosa es la peregrinación de las almas.
Por los caminos de la Tierra
vamos al Paraíso con cánticos.
Las eras vienen, las eras desaparecen.
Las generaciones siguen el curso de las generaciones.
Nunca se silencia el tono del cielo
en el alegre cántico de peregrinación del alma.
Los ángeles lo cantaron primero a los pastores de la tierra.
Hermosa, de alma en alma resonó:
"¡Humanidad, alégrate! El Salvador ha llegado,
paz en la Tierra ordenó el Señor".
Popular sueca
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