Una visita obligada en Viena es ir a uno de los heuriger del popular barrio de Grinzing, en la zona alta de la ciudad. Los heuriger son locales donde se sirve comida típica, vino local y cerveza. Las mesas se sirven en un patio donde se escucha música popular. Hay heuriger caros y menos caros. Una buena opción para despedirse de la ciudad imperial del Danubio.
Una rama de pino señala, según la tradición, que los Grüber están autorizados para servir vino de elaboración propia:
Una lástima que no haya muros de steck con la parte de arriba lisa, pero tampoco es que queden mal:
En el patio, algunos vieneses disfrutan del vino de los Grüber ¿Será Mozart el personaje del fondo?
Te ha quedado muy bien y tiene ese toque del siglo XVIII. Ese arco / puerta doble de Steck es una maravilla de pieza y es ideal para crear esa sensación de profundidad en el espacio. Muchas gracias por compartirlo. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, Jose. Es precisamente lo que pretendía :)
ResponderEliminarSaludos
Mi opinión es que has acertado con la composición (primera fotografía). Con esa casa verde en la parte posterior y girada. También le da sensasión de profundidad el arbol grande de ramas desmontables y el carro en primer plano.
ResponderEliminarEl suelo también es buena elección, da una sensación del tipico empedrado.
Para completar la escena no hubiera venido mal algo más de detalle. Me refiero a algún animal en la calle, alguien asomándose por la ventana...que se viera más vidilla.
Un saludo.
Tienes toda la razón, Langsdorff. El caso es que sí puse a dos personajes en las ventanas, pero no salen en la foto porque en el encuadre se dejaba de ver la pared blanca y se verían muebles. Se que es un poco cutre la explicación pero es cierto. Lo de los animales lo pensé después. Y es algo que ya comenté en otra entrada: creo que son imprescindibles para los dioramas como siempre nos demuestra Neperiano por ejemplo.
ResponderEliminarComo siempre muchas gracias por comentar.
Saludos