Volvemos a Laponia, donde el gnomo Oskar y su esposa Mirja están alimentando a unos conejos:
Un cárabo lapón sobrevuela la zona y se posa sobre la nieve. Los conejos se asustan, pero no hay nada que temer: es el cárabo del rey de los gnomos.
El cárabo real transmite a Oskar un importante mensaje: el rey de los gnomos desea verle para un asunto de urgencia.
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