¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
¡Gran ilusión la de esperar los ansiados regalos! Afuera, cae la nieve:
Un año más, la constructora Cuadrado Duque de Guadalajara presenta su belén de Playmobil. Esta vez mucho mejor iluminado que el año pasado. Y una vez más, con detalles muy cuidados:
"Sampo recordó lo que sucedería si esperaba más y como vio a su lado un lindo reno de astas doradas, sin pensarlo más saltó a su lomo y escapó al galope hacia la falda de la montaña.
Los magos salen del palacio del rey Herodes. En el patio les esperan su séquito y monturas. Melchor toma la palabra:
-No me fío del rey Herodes. No he visto más que odio en sus ojos. Algo me dice que no desea realmente ir a adorar al recién nacido...
San Nicolás visita también a esta familia en Francia. Pero esta vez le acompaña un siniestro personaje: Père Fouettard ("Padre Fusta"):
En el caso de Père Fouettard, su origen se remonta al siglo XVI. En 1552, las tropas imperiales del emperador Carlos V sitiaron la ciudad de Metz (Lorena), que había tomado partido por la Liga de Esmalcalda: la unión de los príncipes protestantes alemanes. Durante el asedio, la cofradía de curtidores de la ciudad exhibió en una procesión a un muñeco que representaba al emperador. Llevaba una vara, que era en realidad una parodia de la bengala de general portado por los oficiales de la época. Los curtidores quemaron al muñeco en una hoguera. Poco después, los imperiales levantaron el asedio y abandonaron Metz. Al año siguiente, volvieron a quemar al muñeco de la vara como símbolo de la victoria de la ciudad y como forma de conjurar otro posible asedio. Con el tiempo, aquel muñeco pasó de representar al emperador a ser conocido como Père Fouettard. La tradición popular uniría a los dos personajes.
La Navidad pasada la pastelería La Cervantina de Guadalajara nos mostraba un belén con aire de Egipto. Este año ha optado por presentarnos un circo navideño (o feria) con muchos detalles:
Uppsala, Suecia, en los primitivos tiempos vikingos. Los hombres y mujeres del norte ven "morir" al sol, como cada año, al acercarse el invierno. La nieve ha llegado ya a las frías tierras del Gran Norte. Es el momento de celebrar el Yule:
Volvemos con más escenas de la Navidad victoriana: