La ayuda de los esquimales

     Península de Boothia, Ártico, 1829. En agosto, Ross y sus hombres tienen un encuentro fortuito con los esquimales. De acuerdo con su diario, llegan ocho trineos a su encuentro. Ross no comete el mismo error que Franklin: no tratar con ellos. Nansen, Peary y Amundsen tomarán nota en el futuro. Ross pide a Sacheuse, el intérprete esquimal que llevan con ellos, que intente comunicarse con estas gentes del Ártico:

    Sacheuse detecta que hablan el dialecto humooke. Ross escribe así en su diario:

"Después, el más atrevido de ellos se aproximó hasta el borde del canal y, sacando un cuchillo de su bota, repitió; "Marcharos; puedo mataros". Sacheuse , sin intimidarse lo más mínimo, les dijo que él era también un hombre y amigo, lanzándoles por encima del canal algunos collares de perlas y una camisa de cuadros". 

    Más adelante, señala que los esquimales están asustados por los barcos, pues creen que son seres vivos: "le señalaron los barcos y le preguntaron ávidamente "qué criaturas eran, si venían del sol o de la luna".

    Calmadas ya sus inquietudes, gracias a Sacheuse, los esquimales aceptan acercarse al territorio de los blancos y sus "extrañas criaturas de grandes alas". Ross y su sobrino sienten curiosidad por los trineos:

Ross acepta montar en uno de ellos:

Tras ganarse su confianza, Ross consigue que algunos esquimales suban a bordo. En el camarote del capitán, intentan trazar un mapa de la zona con sus indicaciones y mediante la traducción de Sacheuse:

    Tras tomar nota de las indicaciones de los esquimales, Ross acuerda con ellos que les guíen a través de los canales y los hielos para explorar la zona. James encabeza la expedición, guiado por los kayaks esquimales:

    Así, descubren una tierra a la que toman por península y llaman Tierra del rey Guillermo en honor a Su Majestad Guillermo IV. Hoy sabemos que es en realidad una isla:

    Además, James hace un importante descubrimiento. En el litoral oriental de la península de Boothia, en los 69º 34' norte, descubre el Polo Norte magnético, que no coincide con el Polo Norte geográfico (hoy sabemos que el Polo Norte magnético se desplaza unos 40 km cada año):