Tras despedirse del rey Herodes y dejar Jerusalén, Melchor, Gaspar y Baltasar llegan a Belén, guiados por la estrella. Las gentes de la aldea se sorprenden al ver a estos extraños e ilustres personajes con su séquito de dromedarios:
Los tres magos atraviesan las calles de Belén. Entonces, Melchor se detiene:
-¡Allí, hermanos! ¡Mirad allí! Allí es donde indica la estrella.
-¡Allí, hermanos! ¡Mirad allí! Allí es donde indica la estrella.
Ante ellos está el viejo establo donde el pequeño rey ha nacido:
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