Finalizadas las Guerras Napoleónicas, los europeos miran a África con el interés de extender sus imperios coloniales por un continente apenas explorado. Ingleses, franceses y alemanes se ven atraídos por las historias que se cuentan de Tombuctú: la ciudad sagrada de Mali, el reino prohibido a cualquier extranjero no musulmán.
Los mercaderes árabes cuentan maravillas sobre Tombuctú y la leyenda va agrandándose. Los exploradores que las escuchan sueñan con atravesar el desierto y divisar sus murallas.
Libia, 1825. El mayor escocés Alexander Gordon Laing quiere ser el primer europeo en llegar a Tombuctú. Para ello tendrá que atravesar el Sáhara y enfrentarse a todos los peligros que conlleva:
Las gentes del desierto no parecen mirar con buenos ojos a este explorador extranjero...
Bueno, hoy he revisitado Kartum de Charlton Heston y me resulta brutal el contraste de los oficiales europeos con uniforme en pleno desierto Africano, igual que muestras en tu entrada.
ResponderEliminarLa vi hace unos años. Otra película épica a reivindicar
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