lunes, 14 de octubre de 2019

Castigo en alta mar


   Doblado el cabo de Buena Esperanza, el Intrepid navega ya por el océano Índico, rumbo sur-sureste. Pero hay nuevos problemas a bordo. Este hombre, presidiario enrolado para librarse de la prisión,  ha faltado a su puesto y ha provocado una pelea. El capitán Blyton no es un capitán cruel ni déspota, pero una indisciplina así ha de pagarse con azotes del látigo. Y, por supuesto, será registrada en el cuaderno de bitácora:







A una orden del capitán, el encargado sacude el látigo sobre la espalda del rebelde. El contramaestre cuenta el número de azotes:





Todos acuden a presenciar el castigo, incluidos los grumetes, pues es tarea de todos cumplir con la disciplina en un barco de la marina real:




 El castigo ha terminado. Este rebelde se lo pensará mejor la próxima vez:



2 comentarios:

  1. Otro nuevo episodio que no podía faltar en esta serie tan interesante. Los ingleses supieron estructurar muy bien su armada con unas reglas básicas de comportamiento. Los marineros estaban motivados por el botín que podían conseguir en caso de captura de un barco enemigo. Las condiciones eran muy duras y se sobrellevaban la mayoría de las veces gracias a las raciones de grog que recibían periódicamente. Eso sí, la disciplina era férrea. A la menor falta se sacaba el “gato de nueve colas” a pasear, que servía como aviso para el futuro. Muy bien resuelto. Esperando ver nuevas aventuras en la Royal Navy. Gracias por compartirlo.

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    1. Gracias, me alegro que os guste.
      Habrá nuevas aventuras del Intrepid próximamente
      Saludos

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