La sentencia del prefecto se cumple. El centurio primus da la orden a los legionarios de la cohorte de sacar al nazareno del pretorio. Le han atado los brazos al patibulum: el pesado madero horizontal de la cruz. El reo debe cargarlo hasta la colina del Gólgota, donde será ejecutado:
Los soldados de la cohorte abren camino por las calles de Jerusalén. La muchedumbre está desatada. Intentan apartarla con sus lanzas y escudos, pero todo el mundo quiere ver al predicador de Galilea condenado a muerte:
Algunos gritan al nazareno con ira: ¡Blasfemo! ¡Traidor! ¡Falso profeta! Otros lloran y piden su libertad:
El nazareno camina soportando el peso del madero y el dolor de la corona de espinas:
El tribuno que marcha a caballo se impacienta. Ordena al centurión que contengan a la muchedumbre y que hagan avanzar al nazareno:
El nazareno se tambalea. Le fallan las fuerzas. Entonces, habla el látigo:
Cae al suelo, con el peso del madero. Los soldados le obligan a levantarse entre los gritos de la multitud:
El nazareno sigue caminando al paso que le permiten sus agotadas fuerzas.
Está genial!
ResponderEliminarpodemos usar alguna imagen para completar nuestra historia de Jesús?
Por supuesto!!
EliminarUn abrazo