Ya se encargaron aquellos casacas rojas de controlar el orden en esos puertos, ya fuese Jamaica o Barbuda ¿qué importaba? Eran los puertos de piratas, como el de Pippi Calzaslargas cuando buscaba a su padre. Los tres niños corrían por un pueblo marinero y se enfrentaban a los temibles piratas.
¿Piratas buenos o piratas malos? ¿Con quién hay que ir? Si el anuncio de principios de los 90 te desafiaba: "Enrólate en el barco pirata de Playmobil si no quieres acabar como un náufrago", poco después te planteaba: "¿Pirata o marinero?", pues la goleta, buque insignia de la marina británica, aunque nunca lució la Union Jack, hizo de pronto su aparición en aquellas aguas.
En aquel tiempo yo lo tenía claro: los piratas. Libres de preocupaciones, vivían como querían, ten pronto abordaban un barco como te degollaban o se emborrachaban. Buscar tesoros, escapar de ciudadelas, navegar hasta islas desconocidas. Aquello era claramente mucho más atractivo.
Pero ya entrado el siglo XXI llegó Master and Commander y nos enseñó que para vivir aventuras no hacía falta estar fuera de la ley. Y así, la goleta y los casacas rojas dejaron de ser los enemigos jurados. Pero el tiempo de jugar ya había pasado ¡era y es tiempo de coleccionar!
Desde la proa de la goleta su capitán avisa por el megáfono lanzando su ultimatum al capitán gordinflón. Blake saca su sable ante la mirada de la rubia ¿Y en la isla? Los bucaneros no se esperan la visita del barco británico.
Y entre tanto ¿nadie quiere comprar pescado?
La goleta no la tuvimos. Era una pieza de colección. Algo cara para nuestros bolsillos. Ya que nombras a Patrick O´brian y su estupenda serie sobre la Marina Británica de la era napoleónica, no puedo pasar sin nombrar a C.S. Forester, predecesor de O´brian y que escribió la maravillosa serie sobre Horatio Hornblower, que tuvo también su película “El hidalgo de los mares” con Gregory Peck y Virginia Mayo. Desde luego, la película Master & Commander se puede considerar una película de otra época, por su rigor y despliegue de medios. Por último, y para alguien que quiera entrar en ese mundo, recomendaría los libros del Capitán Frederick Marryat, contemporáneo de Dickens y que inició su carrera militar como guardiamarina en 1806 en la fragata “Impérieuse”. Sus libros “Pedro Simple” o “Propiedad del Rey, son joyas que no defraudarán a los enamorados de estos mundos de espadas y abordajes. Un saludo
ResponderEliminarPues me voy a apuntar todos los que dices. La peli de El hidalgo de los mares también la he visto. Es lo más parecido a Master and Commander para aquella época, realmente. Y además se emplearon localizaciones reales (como Villefranche sur Mer, en la Costa Azul francesa), algo inédito para la época.Como ves el tema marítimo junto con la Edad Media y el oeste me fascina (aunque tengo más apego a la Edad Media).
ResponderEliminarGracias por pasarte, Jose Luis :) No creas que no voy a seguir publicando posts en tu blog: pronto te mandaré otro si te parece bien. Lo que intento con este "experimento" es hablar de Playmobil (quizá más adelante me atreva a sacar creaciones mías...) y de otras cosas que me llaman la atención.
P.D: Ottokar es mi nombre de usuario de el foro de la BD y he pensado en usarlo aquí también.
Un saludo
El día que salió la goleta en venta directa, sin duda fue para marcarlo en el calendario.
ResponderEliminarPues sí, la verdad jaja Yo la compré en el DS en enero o febrero de 2014. Ha sido una de las mejores reediciones que ha sacado, porque viene con las figuras originales (solo los cañones son distintos). Me lancé directamente a por ella.
ResponderEliminarUn saludo