La Santa Rusia es también la Rusia de los cuentos: Baba Yaga, El zar Saltán, Vasilisa la Bella, etc. La Rusia de las tradiciones, la Rusia popular.
Esto se rompió con la llegada al trono del zar Pedro I en 1682. Admirador de las potencias occidentales, este zar llevó a cabo la modernización de Rusia: hacer que un país anclado en la Edad Media entrase de lleno en el siglo XVIII. A Pedro I se debe la bandera rusa actual: blanca, azul y roja. Dicen que se inspiró en la bandera holandesa cuando visitó los astilleros de Holanda.
Otros dicen que ya aparecían esos colores en un pabellón naval de su padre Alexei Mijailovich. Otros dicen que son los colores del escudo de San Jorge de los zares.
Pedro I puso todo su empeño en europeizar Rusia. Uno de los elementos fue la vestimenta y la apariencia. Ordenó a sus súbditos cortar sus barbas e impuso que aquellos que quisieran conservarla deberían pagar un impuesto de 100 rublos.
Fundó San Petersburgo a orillas del río Neva y creó así una monumental ciudad europea, con grandes avenidas (como la Nevski Prospekt) y columnatas. Aquí os dejo una foto de cuando estuve allí:
Rusia se modernizó, pero renunciando a aquella Santa Rusia, la Rusia ancestral. Solo continuó entre los campesinos y la Iglesia Ortodoxa. En el siglo XIX, con el despertar nacionalista ruso, se recuperó en parte. Actualmente se está intentando recuperar más. La bandera de Pedro I fue restaurada en 1993. Y hoy Rusia mira a la Santa Rusia en busca de aquel pasado.
Cuando una nación quiere reafirmarse mira hacia su pasado con orgullo. En España no estamos por la labor y nos dedicamos a borrar nuestra historia ... o a reinventarla, siempre en favor de la permanencia en el poder a cualquier precio.
ResponderEliminarTerriblemente cierto
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