Lo nombré ya en el post sobre los mosqueteros (tema sobre el que prometí volver). Mi padre se presentó un día con la caja y ni siquiera era mi cumple, así que doble emoción. Inmediatamente se convirtió en el capitán de mis piratas
Recibió varios nombres, entre ellos el de Francis Drake. Es una caja que reunió varias novedades en sí misma. Empezando por el sombrero de ala ancha doblada, típico de los mosqueteros como ya dije. Cuando representaba las historias de estos, este pirata se convertía automáticamente en Athos. Bastaba con ocultar la calavera pirata. Su ceño fruncido y su aspecto de líder fuerte, pero sabio y prudente al mismo tiempo, siempre me recordaron al bravo mosquetero. Y fue el primer Playmobil en fruncir el ceño.
En tercer lugar, el adorno del cuello, nos mete de lleno en el siglo XVII. En cuarto lugar, el cinturón en el pecho con los cartuchos. Y por último, el tonel con grifo.
Piezas todas ellas que fueron muy bien acogidas, no solo en la temática de piratas. Tanto el sombrero como el cinturón se amoldaron a la perfección en todo lo referente a mosqueteros, tercios de Flandes, etc. Todavía hoy sigo viendo a este pirata entre los bravos soldados españoles de muchos dioramas. Es también uno de los pocos piratas sin parche, ni garfio ni pata de palo. En cuanto a la pistola tengo mis dudas si fue esta la primera caja que sacó ese modelo.
En resumen, un regalo genial que aportó mucho por sus estupendas piezas y se ganó un puesto de honor en mi colección.
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